La vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz no tiene una buena relación con la ministra de Defensa. Ambas están en las antípodas ideológicas, pero la razón por la que no se soportan es otra. La pretensión de Margarita Robles de hacerse con más control dentro del Ejecutivo le ha costado una importante erosión a ojos de Moncloa, pero los constantes «palos» de Robles a los diputados de Unidas Podemos le ha granjeado enemigos en la formación morada. El problema es que quien manda es el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Y éste tiene una «excelente relación» con Yolanda Díaz a la par que ha intentado deshacerse de Margarita Robles más de una vez. La ministra de Defensa suena como una de las primeras que caerá en la hipotética crisis de Gobierno, pero la verdadera razón por la que Robles está más en la cuerda floja tiene que ver con que ha roto la disciplina impuesta por Moncloa en referencia a las relaciones con Unidas Podemos.
Moncloa ha dado una orden hace unos pocos meses. Hay que proteger y cuidar a Yolanda Díaz. Esto tenía que ver con la buena relación que el presidente del Gobierno mantiene con la vicepresidenta y con el hecho de que Pedro Sánchez necesita que Unidas Podemos apoye su causa hasta que se celebren las elecciones. Todos los ministros han recibido esta orden y casi todos han cumplido la consigna de Moncloa con disciplina espartana. Todos menos Margarita Robles, que cada vez que le ponen delante una cámara se ha desecho en pullas hacia sus socios de Gobierno, incluida la propia Yolanda Díaz con la que ha protagonizado más de un enfrentamiento interno. Y esto ha llamado la atención de un Pedro Sánchez que ya deshoja la margarita para ver cuándo monta la crisis de Gobierno. Fuentes del Ejecutivo aseguran que Moncloa sopesa lanzar los ceses a finales de agosto o principios de septiembre, pero habrá que esperar.
El motivo que ha disparado la tensión entre Margarita Robles y Yolanda Díaz tiene que ver con el presupuesto militar. A Yolanda le parece muy bien que el Ministerio de Igualdad se lleve una partida en 2022 de 500 millones de euros, pero no tanto que se aumente en 1.000 millones el presupuesto que llega a las Fuerzas Armadas. Las críticas de Yolanda a que se dispare el dinero que llega al Ejército no sentaron bien en el seno del Ministerio de Defensa hasta el punto que Margarita Robles ha protagonizado un nuevo choque con la ministra de Trabajo rompiendo las órdenes de Moncloa. Pedro Sánchez sabe que Yolanda tiene que jugar ese papel y lo acepta, pero Robles no dudó en saltarle al cuello en cuanto pudo. Todo esto ha erosionado más la imagen de Margarita Robles a ojos de Moncloa no por el fondo, sino por la forma. El presidente del Gobierno entiende que la ministra es un verso libre que ya no acata la disciplina como antes. Razón por la que Robles ha escalado en la lista de los que saldrán en la hipotética crisis de Gobierno.
«Está embriagada de poder y resignada»
Pedro Sánchez no ha tardado en hacérselo saber a Robles. Quien le ha comunicado a Margarita que están con cierto descontento en Moncloa por su actuación con Yolanda Díaz ha sido Félix Bolaños, el «ministro de los recados» del presidente del Gobierno. El problema es que, según fuentes del Ejecutivo, la ministra tampoco se ha tomado bien que el ministro de Presidencia de Gobierno le lea la cartilla. «Está embriagada de poder y resignada», aseguran desde el entorno de la ministra. Pero sea como sea, Robles se ha apuntado otro tanto para ganar más papeletas y dejar el Consejo de Ministros más pronto que tarde. Por un lado, ha desobedecido a Moncloa. Y por otro ha desplantado a Bolaños, con quien ya tenía una mala relación como consecuencia de la crisis de Pegasus.
Perder el favor de Bolaños es peligroso. Y más cuando solo hay dos ministros que aún gozan de la confianza del presidente del Gobierno, que son nada menos que el de Exteriores y el de Presidencia. Pero más grave es desobedecer una orden directa del presidente. Estos toques de atención no han sido presenciales, según cuentan fuentes del Gobierno, sino que han sido con llamadas telefónicas. Pero también es importante para las fuentes destacar que ya Robles hace una vida profesional bastante aislada del presidente del Gobierno y de los demás ministros. «Se ve fuera».