El Gobierno se resiste, y más con las elecciones a la vuelta de la esquina, pero ya hay más de una voz a nivel interno que pide la vuelta de la obligación del uso de mascarilla en interiores. La situación en el Ejecutivo es compleja y está marcada exclusivamente por el panorama electoral. Desde Moncloa se resisten a añadir a la inflación un anuncio tan negativo como el de la vuelta de la mascarilla. Sin embargo, desde el Ministerio de Sanidad hay algunos expertos que avisan de que cabe la posibilidad de que vuelvan a anunciarse «colapsos» en los hospitales y cifras de incidencia acumulada muy por encima de las de los últimos meses. Ante este panorama, Moncloa estudia qué hacer y si volver a exigir la mascarilla en interiores.
El debate es variado entre los expertos. La idea del Ejecutivo es la de la «gripalización» del coronavirus, pero parece que las constantes mutaciones ya llevan a que algunos entiendan que habrá un COVID-22. El problema es que las fotos de hospitales colapsados empiezan a hacer temblar a más de un experto en el Ministerio de Sanidad y la ministra Carolina Darias no sabe cómo combinar las peticiones de los expertos con los intereses de Moncloa. Lo cierto es que hasta el momento los pasos de la titular de Sanidad se han limitado exclusivamente a recomendar que se use la mascarilla en interiores. Pero ya se teme una reacción más violenta en este aspecto.
Fuentes de La Moncloa dejan claro a MONCLOA.com que la vuelta a las mascarillas es un escenario muy remoto. De hecho, creen que con las vacaciones y el paso del tiempo se calmarán las aguas y todo volverá a ser como hace unos meses. Sin embargo, ya hay quien ha filtrado fotos de los pasillos de los hospitales colapsados hasta el punto de que no quedan camas para los ingresos. Los datos de Murcia hablan de un aumento del 22% de los ingresos hospitalarios en los últimos días, pero los datos de Sanidad hablan de un aumento de unos 70.000 casos nuevos de coronavirus al día. Esto en caso de lo que se hacen test y van al hospital. Con estas cifras, el Gobierno teme que todo vaya a más y les obligue a tomar decisiones muy impopulares.
Por supuesto, los mask-lovers están deseando que se vuelva a imponer el uso de la mascarilla en interiores cuanto antes porque entienden que es ahí donde se produce el máximo número de contagios. El Gobierno, sin embargo, apura el tiempo lo máximo posible. La idea es ver si baja la curva de una vez por todas y se quitan esta presión, pero todo parece indicar que julio será un mes caliente que sigue al alza en cuanto a número de contagios. La variantes de ómicron han convertido el virus en algo cada vez más contagioso que aboca al equipo del presidente a sopesar meses antes de las elecciones autonómicas el imponer la mascarilla en interiores. Aunque de momento solo Carolina Darias en el Consejo de Ministros está por la labor.
FORD OBLIGA A LLEVAR MASCARILLA EN SU FÁBRICA
Hay algunas empresas que ya han predicado con el ejemplo de los mask-lovers y han obligado de nuevo a sus trabajadores a llevar la mascarilla en el interior. El mejor ejemplo es Ford y su fábrica de Almusafes, pero seguro que habrá más. El Gobierno, de momento, sabe que sería la medida más impopular que podría llevar a cabo, y más con el precio de la gasolina a más de dos euros el litro y con la inflación superando las dos cifras. En cualquier caso, la presión de los expertos de Sanidad hace mella, y viene acompañada de las camillas ocupadas en según qué centros de salud.
De momento, la famosa incidencia acumulada supera los 500 casos por cada 100.000 habitantes, algo bastante grave teniendo en cuenta los baremos empleados en las anteriores oleadas. Aún así, parece que la enfermedad tiende a ser cada vez más leve y causar menos muertos. Los fallecidos por covid, según el ministerio de Darias, son 45 en los últimos siete días, algo que comparado con el principio de la pandemia deja entrever que la gravedad de la enfermedad ha descendido notablemente. El Gobierno sigue estos datos con lupa porque sabe que tampoco puede permitirse la imagen de una sanidad colapsada por el covid.
El paso de Ford podría extenderse a otras empresas, pero el Gobierno espera que sea eso, iniciativa de las compañías privadas y no decretos reflejados en el Boletín Oficial del Estado (BOE). La mascarilla es la medida más impopular a ojos del Gobierno que podrían tomar. Y más cuando las encuestas amenazan notablemente la hegemonía del PSOE. Bastante tiene el Ejecutivo con el precio de la gasolina y del diésel, con la inflación y con los peajes, que no olvidemos que el Ejecutivo pretende implantarlos en 2024. Todo está preparado, y el covid no entra en la ecuación.