La oposición venezolana no da pie con bola. No solo es la desintegración y la completa desconexión con la situación política y económica real que atraviesa el país suramericano, sino que además sus «líderes» no dejan de ser salpicados por escándalos de corrupción que los colocan en la mira de la opinión pública y en el paredón de la moralidad. Esta vez le volvió a tocar al exalcalde de Caracas, Antonio Ledezma, exiliado en Madrid desde noviembre de 2017, cuyo prestigio ha quedado hundido tras la detención de su yerno, Luis Fernando Vuteff, en Suiza.
Ledezma no quiere hablar del tema, al menos no en público. En este medio intentamos conversar con el exfuncionario venezolano y solo se limitó a referirnos a twitter, donde publicó una serie de comentarios al respecto, que ya habían sido publicados, en días pasados, por el diario norteamericano Miami Herald y hasta ahora es lo único que se ha limitado a decir.
De acuerdo con lo que han publicado medios internacionales, Vuteff, esposo de Antonietta Ledezma Capriles, fue aprehendido por las autoridades suizas a principio de la semana pasada, por su presunta vinculación con un entramado de corrupción que involucra a «empresarios» venezolanos ligados directamente al régimen chavista, Raúl Gorrín y Francisco Convit, y ahora se enfrenta a un proceso de extradición a Estados Unidos.
Ya en 2018 el yerno de Antonio Ledezma había sido detenido en España, en el marco de una operación policial que también condujo a la captura del exministro de Energía Eléctrica venezolano, Nervis Villalobos, que además provocó la incautación de 130 inmuebles entre la ciudad de Madrid y Marbella, de acuerdo con lo que publicaron para esa época otros medios españoles.
En esa oportunidad fue beneficiado con la libertad condicional bajo medida presentación, que de acuerdo con lo que reseñan los medios internacionales, aparentemente habría sido violada, pues tenía prohibida la salida de España, pero lo capturaron en Suiza.
A esta persona se le señala de supuestamente facilitar el proceso de blanqueo de capitales a funcionarios y ex contratistas de la compañía venezolana de petróleos PDVSA, a través de su trabajo como administrador y es por ello es que una fiscalía federal de Miami lo ha solicitado en extradición, por lo que próximamente se podría concretar su traslado a Estados Unidos.
Tras conocerse la información, las redes sociales en Venezuela ardieron, pues la opinión pública no para de cuestionar las actuaciones de sus dirigentes políticos opositores, una vez más, quienes lejos de salir y dar la cara, para explicar la situación, se auto condenan al ostracismo, pero eso sí, solo mientras pasan los escándalo, porque al final todos vuelven a la palestra pública con ínfulas de mesías salvadores de un país que lleva 20 años sumido en las más profunda crisis política, económica y social.
De hecho, uno de los líderes políticos de la oposición venezolana más activo, aun desde el exilio, es el ex alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, quien recientemente presentó un libro en la ciudad de Madrid, donde cuenta cómo fue que se escapó del arresto domiciliario que cumplía en Venezuela para terminar en España, donde ahora vive con toda su familia.
Resulta, cuando menos, confuso, que siendo un hombre que tanto ha cuestionado las acciones de la dictadura de Nicolás Maduro y que se ha atrevido a señalar que el régimen venezolano está sostenido por los militares y el narcotráfico, no se tome unos pocos minutos para hablar a la opinión pública y esclarecer cómo es que a su yerno se le vincula directamente con los círculos más cercanos del chavismo y él solo tiene para decir que pide «sanciones y castigos para quienes cometan actos contrarios a la legalidad», tal como lo expresó en su cuenta de Twitter recientemente.
Paradójicamente, al yerno de Antonio Ledezma lo vinculan con tramas de corrupción y presunto lavado de dinero en negocios en los que mencionan, entre otros, a los hijastros de Nicolás Marduro, hijos de Cilia Flores, Walter, Yosser y Yoswal Gavidia Flores, que también han aparecido mencionados en la supuesta compra de un hotel en Madrid que fue incautado por las autoridades españolas en 2020, tras una investigación de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), que concluyó que había sido adquirido por la compañía donde trabajaba Vuttef en la capital española.
Vuteff, de nacionalidad argentina, llegó a interceder por la liberación de su suegro ante el expresidente argentino Mauricio Macri, en 2017, meses antes de que el ex alcalde lograra escaparse del país suramericano.
En España además registró, junto a su esposa Antonietta Ledezma, la Fundación Crecer Sin Fornteras, con un capital inicial de 30 mil euros, donde figura como presidenta la hija de Antonio Ledezma y cuyo propósito, según el acta constitutiva, es «la atención de las familias, niños, niñas, adolescentes migrantes y/o apátridas para su recuperación emocional, psicológica y cognitiva que les permita asimilar la difícil experiencia migratoria y lograr una inserción y adaptación no violenta en los países de acogida. La promoción y defensa de los derechos humanos de los niños migrantes, refugiados y sus familias, sea cual sea su origen, sexo, raza, religión, o grupo social. La realización de actividades de ayuda humanitaria».
Lo cierto, es que toda esta situación con su yerno, ha colocado a Antonio Ledezma en la mira de los venezolanos que han sido decepcionados en reiteradas oportunidades por sus dirigentes políticos, lo que ha hecho que el régimen chavista se perpetúe en el poder.