El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha avisado de que en España todavía quedan «semanas difíciles» respecto a la lucha contra el nuevo coronavirus, pero ha asegurado que, por ahora y «con prudencia», las medidas de alivio implantadas hasta el momento no parecen que estén teniendo un impacto en la evolución de la pandemia. Durante su séptima comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados para informar sobre la evolución del Covid-19 en España, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, y las medias implantadas por el Gobierno para frenar su transmisión.
Allí, y como es habitual, el ministro de Sanidad ha comentado los últimos datos publicados por su departamento ministerial, en el que se muestra que en las últimas 24 horas se han registrado 213 muertes por Covid-19, lo que eleva el total a 26.070. Además, desde el inicio de la pandemia ya se han contagiado 221.447 personas, 121.014 han sido hospitalizadas y 11.140 han sido ingresadas en una Unidad de Cuidados Intensivos. El número de recuperados ya alcanza los 128.511.
«Estos datos, con una tendencia sostenida, nos dicen que el esfuerzo realizado ha tenido sus efectos. Ya han pasado cuatro semanas desde que concluyó el permiso retribuido y recuperable y no hemos visto que haya tenido algún efecto, sino que se sigue confirmando a tendencia a la baja, lo que, y dicho con prudencia, es una buena noticia para todos», ha comentado Illa en la Cámara Baja.
Dicho esto, el ministro ha destacado la necesidad de conservar la «prudencia y mantenerse en alerta» porque quedan «momentos difíciles», si bien ha reiterado que a lo largo de las semanas se han incumplimiento los objetivos que el Gobierno se ha ido fijando a lo largo de la pandemia.
«Hemos vivido unas circunstancias muy duras, pero gracias al esfuerzo de todos, semana a semana hemos ido cumpliendo los objetivos para iniciar la desescalada. Hoy estamos más cerca de poder alcanzar la nueva normalidad, pero eso sólo será posible si no bajamos la guardia. Nos enfrentamos a una crisis sanitaria global y a un reto nuevo y desconocido, lo que hace absolutamente necesario actuar con prudencia e ir reevaluando la situación», ha recalcado el ministro.
Por ello, prosigue, se ha planificado un plan de desescalada «gradual, asimétrico y adaptable» en función de la evolución de la epidemia, el cual, además, contempla unos criterios «muy exigentes» que requieren la colaboración de «toda la ciudadanía» y de todos los sectores. Finalmente, Illa ha agradecido la labor «ejemplar» que llevan realizando, «en condiciones difíciles», los profesionales sanitarios durante toda la crisis provocada por el Covid-19, asegurando que han sido, y son, «esenciales» en la respuesta frente al virus.
«Entramos en un proceso de gran complejidad, todavía desconocido, en el que el trabajo de los servicios sanitarios va a ser absolutamente clave. Si hasta ahora hemos trabajado codo con codo con todas las comunidades autónomas, ahora el trabajo conjunto será más importante y exigente para todos», ha zanjado.