A Honduras le parece muy buena la idea de que España les tienda la mano y le abra las puertas a la migración centroamericana con las visas que le dará a 500 ciudadanos de ese país que próximamente llegarán a la península con visas de trabajo, pero que no se vayan a creer en el Gobierno que todo caló como lo planearon, porque aunque el ministro de Asuntos Exteriores dejó claro que esas personas vendrían a recoger frutos rojos, la otra parte preferiría que también les dejaran mandar profesionales y estudiantes, que al fin y al cabo reportarían mayores beneficios para ese país.
Así lo dejó colar, entre risas y con mucha simpatía el ministro de Asuntos Exteriores de ese país, Eduardo Enrique Reina, tras la reunión con Albares, donde el funcionario hondureño dijo que desde el Gobierno de su país veían con mucho beneplácito el hecho de que se estuviese duplicando el número de visas laborales otorgadas, pero que para el futuro la vista estaría puesta en otros campos más profesionales o de estudiantes.
De esta manera, España vuelve a dejar que le metan un «gol» con la migración centroamericana, pues aunque Albares trató de evitar el astuto movimiento de Estados Unidos, los arrinconara en la Cumbre de las Américas y lograron que Pilar Cancela, secretaria de Estado de Cooperación Internacional en el Ministerio de Asuntos Exteriores, diera el sí a la nación del Tío Sam, solo para complacerlos y mantenerlos contentos.
Y todo parece indicar que este movimiento de Albares y Cancela de aceptar las órdenes de Estados Unidos de traer 500 inmigrantes hondureños les ha funcionado, porque a Pedro Sánchez se le hará el milagro y finalmente la próxima semana se podrá reunir con el presidente norteamericano Joe Biden, en el marco de la Cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid entre el 27 y el 30 de junio.
De momento, en el país se estima que viven 122.000 hondureños, de acuerdo con las cifras ofrecidas por el ministro Albares, quien explicó que la mayoría de ellos ya tienen la doble nacionalidad y que representan un aporte importantísimo para la economía española.
Lo más curioso del asunto con la llegada de los hondureños al país es que el anuncio lo hizo inicialmente Estados Unidos y no España, porque la nación norteamericana ya lo tenía en la agenda de trabajo para la Cumbre de las Américas a la que invitaron a Albares en calidad de observador.
En el anuncio que hizo esa semana la Casa Blanca se indicaba que España duplicaría el número de migrantes hondureños que trasladarían al país, y que serían 500 personas, en lugar de 259, que era lo que en un principio se había contemplado.
Todo parece indicar que las autoridades españolas no le dejaron claro al representante de Honduras que visitó el país recientemente, que lo que buscan, en realidad, es tener a su disposición mano de obra para sectores específicos en los que hacen falta, pues hace varios días se dejó saber que desde el Ministerio de Inclusión Social y Migraciones allanan el camino para regularizar de manera expedita a inmigrantes extranjeros a través de la modificación del reglamento de la Ley de Extranjería.
El otro interés de un ala del Ejecutivo, en este momento, en cuanto a migración, es la de regularizar a un gran número de marroquíes que permanecen en territorio español, de manera irregular, pues la izquierda aspira tirar de estas personas para tratar de obtener mayor cantidad de votos en los procesos electorales que se desarrollarán los próximos años.
Todas estas decisiones del Ejecutivo, en relación con la migración, ocurren en un momento en el que hay un colapso en el sistema de atención a inmigrantes que desean pedir protección, pes la página donde se solicitan las citas está acaparada por mafias de piratas informáticos que han instalado bots que utilizan para captar los cupos y venderlos a los inmigrantes que necesitan acudir ante las comisarías de policía para formalizar la solicitud de asilo.
Al final, esta nueva movida que le hizo Estados Unidos a España fue para tratar de abonar el camino para resolver la crisis migratoria que el país norteamericano tiene en su frontera sur, donde cada semana miles de inmigrantes de diferentes países, en especial de Cuba, Venezuela, Haití y los países centroamericano, intentan cruzar la línea para alcanzar el sueño americano, lo que ha provocado diversas situaciones de tensión entre las autoridades estadounidenses.
Habrá que esperar para ver si la próxima semana, durante su visita a España, el presidente Joe Biden aprovecha la euforia de Pedro Sánchez para colarle otro golazo, pidiéndole colaboración para que acoja a migrantes de otros países, de los que mantienen en tensión a las autoridades norteamericanas debido al volumen de personas que día tras días llegan a la frontera con México para cruzar hacia Estados Unidos.