El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro, ha condicionado su vuelta al partido con la salida de Inés Arrimadas. Ha asegurado este miércoles que no regresará a Ciudadanos (Cs) «si existe aún» en noviembre de 2022. Es la fecha en la que se desarrollará el juicio por su expulsión del partido en marzo de 2021, dependiendo de «si Inés Arrimadas continúa al frente del partido» porque afirma que les «ha llevado a la ruina».
A pregunta de los periodistas, Eduardo de Castro ha avanzado que a finales de año tendrá lugar la vista judicial que dirimirá si su expulsión del grupo naranja es legal, y posteriormente otro litigio contra el portavoz nacional de Cs Edmundo Bal por llamarle «corrupto», tras haber sido acusado de incumplir el código ético del partido, ocultando que estaba imputado por un presunto delito de prevaricación.
En las vistas judiciales, la primera autoridad melillenses ha explicado que hay dos a cuestiones dirimir: «Son dos partes ¿Usted por qué ha hecho esto cuando no había que hacerlo? Porque no tiene ningún sentido (su expulsión). Y luego, hay un agravio que hizo el señor Edmundo Val al llamarme corrupto porque a mí me pueden llamar muchas cosas y se puede estar de acuerdo o no conmigo, pero corrupto».
Por ello, ha señalado que si en esas fechas todavía se mantiene la marca Ciudadanos ya verá si sigue en el partido si Inés Arrimadas continúa o no en la presidencia, de quien dijo que lo mejor que podría hacer «es largarse».
Al que fuera coordinador de Cs en Melilla, la desaparición de su formación en el Parlamento de Andalucía tras las elecciones del pasado 19 de junio, al pasar de 21 diputados a ninguno, no le ha pillado por sorpresa porque asegura que ya lo venía advirtiendo. «Ciudadanos tomó una deriva totalmente equívoca y el tiempo nos ha dado la razón a alguno. Ahí está el resultado. Ciertamente es lamentable lo ocurrido».
El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, elegido con los votos de PSOE y CPM, rechazó a principios de 2021 dejar el acta, como pidió su formación a nivel nacional, para evitar su conversión en «diputado no adscrito» al haber presentado una demanda contra la decisión de la Ejecutiva de Inés Arrimadas, que aprobó que De Castro dejaba de pertenecer a Cs a todos los efectos desde el pasado 30 de marzo del pasado año.