Lo dijo durante el debate y lo ha refrendado este mismo jueves. Pablo Iglesias está dispuesto a pactar, siempre y cuando «se negocie tanto el programa como los espacios en los que se llevan a cabo estas políticas». El secretario general de Podemos y candidato de Unidas Podemos a la Presidencia del Gobierno ha manifestado que espera que haya un Gobierno de coalición y que la presencia de su partido en el Ejecutivo garantizaría una política de izquierdas.
En una entrevista en la Cadena Ser, el líder de la formación ‘morada’ no ha mencionado que el reparto de ministerios sea una línea roja para ese hipotético acuerdo del bloque de izquierdas, pero ha advertido de que el panorama que se abre es el de cinco fuerzas políticas con representación alta y que eso se traduce en que se han acabado los gobiernos de partido único. «Nadie puede permitirse gobernar en solitario», ha dicho, tras apuntar que «quien entra Papa en la Curia, sale cardenal».
El líder de Podemos mantiene que es posible un Gobierno PSOE-Ciudadanos
Iglesias, que hoy está haciendo campaña en Galicia, ha señalado una vez más que habrá presiones tanto por parte de los poderes económicos como de sectores del PSOE para que se dé un gobierno de PSOE y Ciudadanos y evitar así que Unidas Podemos llegue al Gobierno. Ha afeado a Sánchez además que en los debates mantenidos no haya sido taxativo al negar un posible acuerdo con la formación de Rivera.
Media hora más tarde, en otra entrevista en RNE, Iglesias ha ahondado en ese gobierno que saldrá de las urnas del 28 de abril, y ha reconocido que su opción preferida es la de un Ejecutivo de los socialistas con Unidas Podemos exclusivamente, dejando fuera a las fuerzas nacionalistas. No obstante, ha apuntado que tras la formación del Gobierno habría diálogo con el resto de actores políticos. «Preferiría gobernar con PSOE y tener mayoría absoluta entre los dos. Pero incluso así hay que dialogar con todas las fuerzas», ha indicado.
FRATERNIDAD PARA CATALUÑA
Tras su paso ayer por Barcelona, Iglesias ha defendido su apuesta por el diálogo como método para acabar con el conflicto, y ha reiterado que en esa negociación deben estar todos los agentes políticos. or eso, ha exigido que se abandone la «sobreactuación» para que sea más fácil alcanzar una «reconciliación».
En este punto, ha subrayado que determinados actores independentistas «tendrán que disculparse» por la desafección generada entre muchos ciudadanos hacia Cataluña y ha considerado que la solución no será inmediata y requerirá más tiempo del deseado. «Poco a poco habrá que restaurar puentes», ha apostillado, para reconocer que hay un sentimiento de «ofensa lógica en algunos casos» pero que «la fraternidad se va a imponer».
Asimismo, ha mantenido que su apuesta es la de un referéndum en Cataluña en el que no haya solo dos preguntas sino diferentes opciones, y cree que la solución que ellos proponen, una Cataluña dentro de España pero con diferente encaje, es algo con lo que están de acuerdo hasta votantes de Ciudadanos en ese territorio. «Pero somos conscientes de que no es la posición de todas las formaciones políticas. Busquemos la fórmula, que no será satisfactoria para todos, pero negociar tiene eso», ha recalcado.
Al igual que apuntó ayer, opina que en el sector independentista se está abriendo paso «cierto pragmatismo» y aprecia que por ejemplo en ERC «han bajado el tono». Así ha apostado porque «todo el mundo asuma la realidad, que sobran grandes titulares y toca empatía y escucha».
CONSTITUCIÓN «FETICHE»
Asimismo ha reiterado que han basado su campaña en la Constitución porque hay artículos de la misma, «lo que protegen» a la gente, que a su juicio «no se cumplen. Esto es debido a que en política se habla de la Carta Magna «como un fetiche» pero no se abre, por lo que ésta se convierte «en una suerte de mito».
Por este motivo, ha defendido una vez más sus propuestas que ha fundamentado en esos artículos de la Constitución, y ha apostillado que no se trata de un programa de máximos. En este sentido, ha puesto como ejemplo la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros (negociado entre el Gobierno y Unidos Podemos) y ha apuntado que van a gobernar «pronto» y demostrarán que «las cosas se pueden hacer».
Sobre el cambio de discurso respecto al pasado, antes criticaban el régimen del 78 y ahora piden que se cumpla la Constitución que emanó de la Transición, Iglesias ha apuntado que los cambios en el régimen «han venido» sin que los empujen ellos, y ha añadido que el fundamento del sistema en dos grandes partidos que acordaban con dos fuerzas nacionalistas importantes con las que se complementaban bien ya no se da. «El régimen del 78 está en crisis y está mutando», ha añadido.