El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha lamentado este viernes el estado de suciedad en el que ha amanecido la Ciudad Universitaria tras producirse ayer un botellón y celebrar así el fin de las pruebas de Evaluación de Acceso a la Universidad (EvAU). Ha aprovechado para advertir que la nueva ordenanza de Limpieza «va a endurecer y perseguir los botellones».
El entorno de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense ha amanecido con coches destrozados y restos de basura del macrobotellón que se celebró anoche. A los restos de botellas rotas, vasos y bolsas de plástico esparcidos por el campus se suman numerosos desperfectos ocasionados por los jóvenes, entre ellos cristales rotos de vehículos y señales de tráfico por los suelos.
Almeida entiende que «es lógico celebrar el final» de esta prueba, pero lamenta que los botellones generen esta suciedad y destrozos. Por ello ha explicado que la nueva ordenanza de Limpieza «va a endurecer el régimen sancionador, porque es una conducta que molesta a vecinos y deja todo en un estado lamentable».
También ha hecho mención a la necesidad de aumentar la plantilla de Policía Municipal, y ha recordado que es el Gobierno de la Nación «el que lo tiene que autorizar». «Podemos poner mañana más gente en la calle si el Gobierno lo autoriza, pero no podemos cubrir las más de 3.000 zonas verdes; Policía Municipal hace esfuerzo ingente parta perseguir botellones», ha precisado.
El dispositivo policial para vigilar los botellones después de la EvAU contaba de un centenar de policías, drones, así como la unidad canina, entre otros medios. Martínez-Almeida ha incidido en que «no es un fenómeno tan habitual los botellones tan multitudinarios», al tiempo que ha defendido que Policía «sabe cómo actuar ante las aglomeraciones».