El comisario de Policía José Manuel Villarejo creó a principios de los noventa una «agencia de modelos» que, en realidad, era una red de prostitución con la que sonsacó información sensible a gente conocida, entre ellos políticos y consejos de administración, según relató el antiguo director adjunto operativo (DAO) a Dolores Delgado en la comida del restaurante Rianxo, sin que ella mostrase especial sorpresa por ello.
Los comensales ya habían entrado en los postres y las conversaciones derivaron a cuestiones más triviales sobre cómo se comportan los hombres con las mujeres.
Delgado: A bote pronto, es mucho más fácil que un hombre babee, que una tía babee.
Villarejo: Sí.
Delgado: La previsión es que siempre entréis al trapo.
Villarejo: Sí.
Miguel Ángel Fdez Chico: Hoy en día hay tías que…
Villarejo: No, no, el concepto machista todavía está muy institucionalizado en la sociedad. Hoy a la mujer… es más.
Delgado: (ininteligible)
Villarejo: Eso es, hay que ser consecuente.
Al hilo de todo ello, Villarejo saca a colación una «anécdota» que le ocurrió cuando acababa de cumplir los 40 años, y se había separado de su primera mujer.
Villarejo: Te voy a contar una anécdota..
Delgado: Vale, venga.
Villarejo: A los 40 tacos que se me encendió un poco la luz y me separé y tal, seguía con un tema, con una empresa de análisis de información y de investigación. ¿Sabes lo que hice para llevarme al huerto a todo el mundo? Montar una «agencia de modelos».
Delgado: ¿Y ya está? Éxito garantizado.
Villarejo: ¡Qué gilipollez! Pero gente dura, correosa, en los Consejos de Administración, le ponías una ‘chorbita’, se la tiraba y a ese tío que iba a tomar (…) y muerto. Pero la gente es más simple. No he visto gente más tonta. Además, es que es lo importante y contaban las cosas para que las chicas se sintieran cautivadas. Y claro (….) de verdad, de verdad, fíjate qué cosa tan tonta: era la información vaginal que yo decía. Era una cosa absurda.
El comisario hoy en prisión preventiva se vanagloria de los éxitos que cosechó con esta técnica irregular, sobre todo porque las Fuerzas de Seguridad del Estado se beneficiaron de los resultados.
Villarejo: La monté en su día y humildemente al gremio le dimos buenas satisfacciones, le dimos buena información en su día al gremio. Pero que funcionaba como un tiro aquello, funcionaba como un tiro, era una estupidez. Oye el gremio se benefició afortunadamente de aquello. Pero era una cosa tonta, pero que todo el mundo: gente importante, políticos, la otra, la… ¿a este cómo le gusta? Pum, pam, pum. Y vienen los tíos con toda la (ininteligible) ‘qué importante que soy’, ‘que he hecho esto’ y claro venían ‘qué interesante’, ‘ahí es que yo es que me aburro mucho, pero cuéntame’ y se hacía la tonta. Menuda ruina le buscamos.