La presidenta de Congreso, Meritxell Batet, ha alertado contra quienes alientan «reproches y diatribas» y apuestan por «demoliciones y bilis» en estos días y ha llamado a afrontar la solución a la crisis del coronavirus con «prudencia, serenidad, comprensión y empatía». «Estos son los signos que distinguen a quienes luchan contra la crisis, quienes se comprometen para superarla, frente a quienes querrán utilizarla para sus intereses», advierte.
Así lo explica Batet en el texto que ha escrito para prologar ‘Pandemocracia’, el libro del filósoto Daniel Innerarity, editado por ‘Galaxia Gutenberg’, al que ha tenido acceso Europa Press.
La tercera autoridad del Estado defiende que es a los representantes públicos a los que les corresponde dirigir la respuesta a la crisis. «De la crisis saldremos gracias a lo público. Saldremos gracias a la instituciones de todos», proclama Batet, incidiendo en que, en el caso de España, esas instituciones integran «distintos niveles», que van desde el local y el autonómico hasta el supranacional de la Unión Europea.
«Todos ellos son, a mi juicio, necesarios y están profundamente interconectados», apunta, y recurre a la palabras de Innerarity para señalar que «con el fin de mejorar la respuesta a los nuevos retos» se ha decidido que «el poder sea una capacidad distribuida».
Batet recalca que el pluralismo de nuestras instituciones «debe ser solo un instrumento real para mejorar el camino hacia el objetivo que ahora todos compartimos: superar la crisis del Covid-19».
CONCIENCIA DE LAS LIMITACIONES
Para ello avisa de que es «requisito inexcusable el respeto por el otro», que va indisolublemente unido a la «humildad» de cada cual y a la conciencia de las limitaciones propias y las que impone la realidad. En este sentido, recomienda «asumir las propuestas útiles, independientemente de su procedencia» y también el reconocer «el esfuerzo y la voluntad del otro».
«Admitamos las limitaciones y asumamos, sin rendirnos, que en ocasiones chocaremos con obstáculos insuperables. Ni la ciencia ni la política son infalibles», reconoce, a la vez que pide «desconfiar de quienes lo tienen todo claro, pues en el debate público no hay mayor señal de soberbia ni mayor riesgo de error».
Batet admite que en la actuales circunstancias, tras la muerte de seres queridos, con la amenaza económica y con la incertidumbre que se cierne sobre el futuro, es difícil sustraerse a airados debates, pero subraya que «más que reproches y diatribas, demoliciones y bilis, hace falta prudencia, serenidad, comprensión y empatía».
USAR LA CRISIS PARA EL PROPIO INTERÉS
«Respeto por el trabajo y la contribución ajenos y prudencia en su valoración; comprensión por el esfuerzo realizado e incluso por la impotencia que pueda encontrar, implicación en la oferta de respuestas; empatía y solidaridad con quienes más sufren, con quienes pierdan recursos, fuerzas y sobre todo personas queridas», abunda la presidenta del Congreso.
Y es que, desde su punto de vista, «esos son los signos que distinguen a quienes luchan contra la crisis, quienes se comprometen para superarla, frente a quienes querrán utilizarla para sus intereses».