La restauración de hábitats degradados podría absorber 300 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, es decir, una cantidad similar a las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de España, según se desprende de un informe de WWF que muestra el importante efecto de restaurar ecosistemas sobre el cambio climático.
A menos de un mes de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, presente la ley de la UE para restaurar la naturaleza, WWF ha presentado este estudio, encargado por la organización y realizado por el Instituto de Política Medioambiental Europea (IEEP).
Según WWF, la futura ley de restauración europea busca dar solución al rápido deterioro de los ecosistemas comunitarios y los impactos del cambio climático. Sin embargo, para impulsar este cambio se necesita una ley que establezca objetivos legalmente vinculantes. Por ello, WWF pide a la UE que se comprometa a restaurar, al menos, el 15% de la superficie terrestre y marina para 2030, lo que significaría restaurar 650.000 km2 de tierra, 1.000.000 km2 de áreas marinas europeas y 178.000 km de río.
El estudio alerta sobre la urgencia de adoptar medidas de restauración, ya que algunos hábitats tardarán décadas en recuperarse y restablecer el ciclo del carbono. «Hay que acelerar la restauración, tanto para asegurar la mitigación y adaptación de los ecosistemas al cambio climático como para frenar la pérdida de biodiversidad y que se convierta en una prioridad inmediata. Las Naciones Unidas declararon la Década de la Restauración para llamar la atención sobre la urgencia de redoblar los esfuerzos para recuperar espacios valiosos de nuestro planeta antes de 2030», explica Diana Colomina, coordinadora de Bosques de WWF España.
El informe concluye que los bosques y los humedales son los ecosistemas cuya restauración resulta más eficaz en cuanto a la captación de carbono. En la Unión Europea, esto incluye bosques como los hayedos y la taiga occidental y humedales como las turberas, afirma WWF, que pide a la Comisión Europea que cumpla con su promesa y publique una propuesta legislativa ambiciosa durante el mes de junio ya que, a su juicio, la restauración de la naturaleza puede cambiar las reglas del juego contra las crisis del clima y la biodiversidad «pero solo si es ambiciosa, creíble y oportuna».