Rueda abre una «nueva etapa» de «normalidad extraordinaria» y pide ayuda para la quinta absoluta

Alfonso Rueda Valenzuela (Pontevedra, 1968) ha sido designado nuevo presidente del PPdeG este domingo y en su primer discurso como líder orgánico ha proclamado el comienzo de «una nueva etapa» y un «nuevo camino» con respecto al de Alberto Núñez Feijóo, ahora convertido en máximo dirigente del PP nacional.

Al cierre del 18º Congreso Autonómico celebrado este fin de semana en el Recinto Feiral de Pontevedra, su ciudad, con el lema ‘O camiño a seguir’, Rueda ha hecho gala de esa «normalidad extraordinaria» instalada en la política gallega, de la que también solía presumir su sucesor al alcanzar hasta cuatro mayorías absolutas consecutivas.

«¡Cuento con todos vosotros, necesito contar con todos vosotros, con cada uno individualmente y con todos en conjunto, que sois una fuerza imparable!», ha exclamado, en una última intervención después de que la presidenta del cónclave, Ana Pastor, diese por oficial la proclamación de Alfonso Rueda como presidente con el apoyo del 97,2 por ciento de los compromisarios.

Además de defender un «sosiego» que «parece normal» en la Comunidad pero que fuera, a su juicio, no es así, el recién investido presidente de la Xunta ha cargado contra aquellos que piensan que, precisamente por eso, la política gallega «pueda parecer aburrida pero es estable».

En este contexto, Rueda ha ensalzado que Galicia es «sentidiño», una palabra que supone «muchas cosas», tras lo que ha ironizado con el tuit de la exvicepresidenta del Gobierno central Carmen Calvo en referencia a la estancia del rey emérito en Sanxenxo (Pontevedra): «Bochorno es lo que está pasando en la política de La Moncloa con el Partido Socialista».

El cónclave se ha cerrado este domingo con la presencia, además de Feijóo, de la secretaria general del PP nacional, Cuca Gamarra; del coordinador general, Elías Bendodo; del vicesecretario de Organización, Miguel Tellado –secretario general saliente del PPdeG–; y del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, entre otros dirigentes.

LA POLÍTICA, UN OFICIO «MUY DURO»

El nuevo líder del PPdeG ha rememorado las historias de la política que le contaba su padre, el exvicepresidente de la Diputación de Pontevedra José Antonio Rueda Crespo, para que no siguiese sus pasos. «Él decía que era muy bonito, muy noble, pero muy duro», ha relatado.

Así, desde su experiencia tras décadas de militancia, Alfonso Rueda ha reivindicado que vivió el partido «en el amplio sentido de la palabra»: «Por eso me siento muy honrado de la confianza que me acabáis de dar. Gracias».

Dirigiéndose a todos los compromisarios presentes en el recinto, les ha prometido asumir las riendas del PPdeG «con una enorme ilusión, una enorme responsabilidad y un enorme respeto». «Hoy empieza un nuevo camino, hoy empieza una nueva etapa y cuento con vosotros para que me acompañéis, para que me deis fuerzas», les ha asegurado, tras un Congreso con constantes referencias al Xacobeo y al Camino de Santiago.

UN «PARTIDO DE GOBIERNO»

Rueda ha destacado al PP como un «partido de gobierno», demostrado con las etapas de los expresidentes de la Xunta Gerardo Fernández Albor y Manuel Fraga. Y también con Feijóo, a quien Rueda acompañó en el Gobierno gallego desde el 2009.

«Cuando todo el mundo pensaba que era imposible, logramos a la primera lograr el gobierno –tras el bipartito de PSdeG y BNG– y mantenerlo una primera, una segunda, una tercera y una cuarta vez», ha rememorado, para reconocer que ahora asume «un legado» con el reto de conseguir una quinta mayoría absoluta desde el partido «que más se parece a Galicia».

Con la mirada puesta en Feijóo, ha echado la vista atrás para contar cómo en 2006, aunque apenas se conocían, le propuso ser su secretario general en el partido: «Llegué a casa y le conté a Marta, a mi mujer, las condiciones. Lo que me dijo fue: ‘Está tan claro que tienes que decirle que no, que seguro que le vas a decir que sí'».

«No me arrepentí ni un solo día, por muchos momentos difíciles que pasamos», ha apostillado, tras lo cual ha erigido al ahora líder nacional del PP en «el mejor presidente» que, sin lugar a duda para las filas populares gallegas, alcanzará La Moncloa.

«Desde ahora, vinculamos nuestra suerte a la tuya. Más vale que te vaya bien. Nosotros vamos a hacer todo lo posible para que España tenga un presidente como Alberto Núñez Feijóo cuanto antes», le ha dicho.

«NI TUTELAS NI TUTÍAS»

A pesar del apoyo que supuso su antecesor para él, Rueda –repitiendo la célebre cita de Fraga– ha asegurado que no tuvo «ni tutelas ni tutías»: «Cuando le pedí consejo me lo dio (…) y cuando no le pedí su opinión no la dio, supongo que observaba atentamente para ver lo que hacía».

En el discurso de cierre del congreso, ha vuelto a mencionar los tres ejes sobre los que gira su proyecto en la Xunta: «Trabajo, familia y futuro». El primero, porque es la «preocupación fundamental» de los ciudadanos.

En cuanto a la «familia», frente a las críticas de la oposición, Rueda ha aclarado que engloba todas aquellas que las personas «decidan fundar». Y, con respecto al futuro, ha reivindicado el papel tanto de los mayores –«no son el pasado, sino que son lo mejor que tenemos»– como de los jóvenes, a los que hay que «apoyar».

«La juventud gallega no es, ni mucho menos, como la quieren pintar el nacionalismo y las diferentes formas de populismo. La juventud gallega ni es sectaria, ni radical, ni de una sola manera. Los jóvenes de Galicia no son Galiza Nova», ha esgrimido, en referencia a la organización juvenil del BNG, para prometer a las nuevas generaciones que van a seguir teniendo «libertad».

UNA SUCESIÓN «EJEMPLAR»

Rueda ha celebrado el proceso «ejemplar» y «difícil» de suceder a Feijóo y ha querido reconocer el apoyo de los otros tres ‘barones’ provinciales del partido: Manuel Baltar (Ourense), Diego Calvo (A Coruña) y Elena Candia (Lugo).

Del mismo modo, una semana después de iniciar su andadura como presidente de la Xunta, ha agradecido a los miembros de su Gobierno, presentes en la segunda fila, por «entender que tocaba un cambio de capitán».

ELECCIONES MUNICIPALES DE 2023

Con la vista puesta en las elecciones municipales de mayo de 2023, ha puesto el foco –recogiendo el guante de Baltar durante su intervención– en que faltan «371 días» para esta cita en la que el PPdeG demostrará que es un partido «municipalista».

«Nos jugamos seguir siendo un partido netamente local. Nos jugamos estar netamente en forma para lo que viene después: la quinta mayoría», ha agregado, tras lo que ha instado a los alcaldes y portavoces municipales a «acabar de conformar» sus equipos para los próximos comicios.

«Son 371 días de muchísimo trabajar, de no perder un minuto, de muchísima ilusión. Si aprovechamos bien esos días que quedan, vamos a tener un muy buen resultado en las elecciones. Yo no voy a escatimar en esfuerzos y en trabajo para poder conseguirlo», ha prometido.

ESPAÑA, UN «CONJUNTO INDISOLUBLE»

En definitiva, el nuevo líder popular ha basado su discurso en agitar la bandera de la «normalidad excepcional» de Galicia, una comunidad con «dos lenguas» y unas «particularidades» que, con todo, forma parte «de ese conjunto indisoluble que es España».

Dicho esto, aprovechando la estancia del rey emérito en Sanxenxo, no ha dudado en defender la monarquía constitucional e instituciones «fundamentales como la Corona» frente a «esos demagogos» que lo critican.

«Estamos encantados de que Galicia sea la elegida para ponernos como ejemplo de sitios a los que se puede venir», ha insistido.