Dos investigadoras españolas han sido nominadas al Premio Inventor Europeo 2022 que otorga cada año la Oficina Europea de Patentes (OEP). Se trata de Elena García Armada, que es finalista por su trabajo pionero en exoesqueletos pediátricos, y Nuria Espallargas, por un nuevo proceso que permite utilizar materiales cerámicos que carecen de un punto de fusión a altas temperaturas, con el fin de ser proyectados sobre componentes industriales.
García Armada es una profesora de ingeniería en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuya investigación sobre robótica ha sido citada en más de 2.600 publicaciones acreditadas.
En 2013, García realizó sus primeras pruebas con Daniela, cuyo rostro se iluminó cuando comenzó a caminar en el exoesqueleto. Varios niños también pudieron caminar por primera vez en su vida, y algunos padres informaron mejoras en el bienestar mental de sus hijos. Otros pacientes se desenvolvieron mejor en la escuela y se volvieron más sociables.
Después de que las imágenes que mostraban a Daniela caminando se volvieran virales, García se vio inundada de solicitudes para ayudar a familias de todo el mundo. Fundó Marsi Bionics y comenzó a industrializar prototipos, siguiendo la Directiva Internacional de Dispositivos Médicos, y a realizar ensayos clínicos. En el año 2013 solicitó su primera patente para actuadores elásticos, articulaciones con firmeza ajustable que responden al movimiento muscular sutil. Un año después solicitó una segunda patente para un exoesqueleto que se puede adaptar a diferentes condiciones médicas y propiedades físicas del cuerpo.
Desde entonces, Marsi Bionics ha crecido a 25 empleados, mientras que el exoesqueleto pediátrico de Elena García ya está en uso en centros de rehabilitación y hospitales de la UE y México. Los analistas han valorado el mercado de exoesqueletos en 430 millones de euros en 2021 y el crecimiento del proyecto a 2.800 millones de euros para 2026.
El exoesqueleto que ha desarrollado permite caminar a los niños que usan sillas de ruedas durante las sesiones de rehabilitación y reduce la degradación muscular y las complicaciones médicas. Se puede ajustar a un niño, generalmente entre 3 y 10 años, y en menos de 8 minutos.
Su trabajo inspirador la ha posicionado como una de las tres finalistas en la categoría ‘Investigación’ para el Premio al Inventor Europeo, que reconoce las invenciones basadas en avances en la ciencia de vanguardia. Los ganadores de la edición 2022 del Premio al Inventor Europeo de la OEP se anunciarán en una ceremonia virtual el 21 de junio.
OTRA ESPAÑOLA, NOMINADA EN LA CATEGORÍA ‘PYME’
También está nominada la química e ingeniera de materiales española y catedrática Nuria Espallargas, junto con el científico indonesio de materiales y profesor titular Fahmi Mubarok, por un nuevo proceso que permite utilizar materiales cerámicos que carecen de un punto de fusión a altas temperaturas, con el fin de ser proyectados sobre componentes industriales.
Estos innovadores recubrimientos cerámicos por proyección térmica están diseñados para prolongar la vida útil de los componentes utilizados en varias aplicaciones industriales, ya que los protege mejor del desgaste y la exposición química.
Se espera que los primeros usos industriales sean en frenos de automóviles o trenes, herramientas y equipos de fabricación de vidrio, equipos utilizados para la extracción de metales, y en un próximo proyecto con la Agencia Espacial Europea (ESA), que probará cómo estos recubrimientos pueden resistir la abrasión a la arena de la Luna y Marte.
Espallargas y Mubarok están nominados conjuntamente entre los cuatro finalistas en la categoría ‘Pyme’, que reconoce a inventores excepcionales en pequeñas y medianas empresas con menos de 250 empleados y una facturación anual de menos de 50 millones de euros.
A pesar del escepticismo general, puesto que los grandes agentes de la industria ya lo habían intentado antes sin éxito, Espallargas y Mubarok se dieron cuenta de que las partículas de carburo de silicio tenían que protegerse con algo que pudiera cumplir dos funciones a la vez. «Se me ocurrió que debía tener la capacidad de proteger el carburo de silicio de la exposición a altas temperaturas y, al mismo tiempo, unir el carburo de silicio para crear un recubrimiento», dice Mubarok.
Con la ayuda de la oficina de transferencia de tecnología de su universidad, Espallargas y Mubarok solicitaron una patente cuando la invención todavía estaba en una fase de laboratorio. Después, en el año 2014, crearon Seram Coatings para comercializar su material compuesto, llamado ThermaSiC. Espallargas asegura que la patente, que se otorgó en 2018, fue vital para asegurar la inversión.