El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro, ha asegurado este martes que la reapertura de fronteras se ha hecho con «totalidad normalidad», aunque ha avisado de que Marruecos «no es un vecino fácil» y que la presión migratoria va a depender de la «reciprocidad» del país marroquí.
En una entrevista en Radio Nacional, Eduardo de Castro ha indicado que no ha habido «ningún problema» en la reapertura y que ha sido una noche «tranquila» sin «gran afluencia» tras más de dos años con las fronteras cerradas con el país vecino.
Sin embargo, ha insistido que Marruecos es un vecino con el que hay que llevarse bien, pero que no es «fácil» por lo que la presión migratoria en las dos ciudades autónomas va a depender de que respeten los acuerdos que se firman. «El concepto de buena vecindad lleva aparejado el de reciprocidad», ha afirmado.
De Castro ha señalado que en conversaciones con el titular de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, el ministro le ha traslado que el Gobierno ha hecho «todos los esfuerzos» en la cuestión migratoria, pero que ahora es Marruecos quien controla la inmigración. «Cuando ellos quieren lo controlan», ha apuntado.
Sobre si en la cumbre de la OTAN, que se celebrará a finales de junio en Madrid, se debería abordar la seguridad de las dos ciudades autónomas para incluirlas en los papeles geoestratégicos, Eduardo de Castro ha opinado que Melilla está protegida porque la Alianza Atlántica protege al país del que forma parte.
«No está mal que se ponga negro sobre blanco de manera explícita más que implícita. Todo lo que sea proteger territorios es bienvenido», ha zanjado el presidente melillense sobre la protección de Ceuta y Melilla bajo el paraguas de la OTAN.