El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene claro quién es el responsable de que le infectaran el teléfono. Él y todo el equipo que trufa Moncloa. El Ejecutivo ha reconocido tanto en el Congreso como a nivel interno que a quien el corresponde la seguridad de los dispositivos móviles de los miembros del Gobierno es al ministro de Presidencia, Félix Bolaños. Y más concretamente, al Departamento de Seguridad Nacional (DSN), cuyo director es el general de Brigada Miguel Ángel Ballesteros. El cese de la ya ex directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Paz Esteban López fue por exigencias políticas de ERC, pero lo cierto es que Moncloa ha iniciado una investigación interna que ha puesto en el punto de mira a Ballesteros, a quien consideran responsable del espionaje y quien parece haberse liado más de la cuenta con las nuevas tecnologías. La diferencia es que esta vez se lleva con total discreción porque la cabeza de Ballesteros no es una cuestión política, sino interna del Gobierno.
La decisión de colocarle donde está fue del propio presidente. Entró como director del DSN en 2018 y desde entonces se ha mantenido a flote sin especiales exabruptos, excepto ahora. Moncloa quiere responsabilidades porque el hecho de que hayan infectado con Pegasus al propio presidente del Gobierno parece un chiste de mal gusto que habla mal de la seguridad nacional y de la privacidad de la que puede gozar el máximo mandatario de este país. Ballesteros es el verdadero responsable de mantener la seguridad del teléfono móvil del presidente del Gobierno, pero parece que la ciberseguridad es una materia que no domina con total fluidez, razón por la que ahora Moncloa busca un discreto cambio en el Departamento de Seguridad Nacional, dependiente de Bolaños. Todo esto deja de manifiesto que el cese de Paz Esteban no fue más que una respuesta política a las demandas de los independentistas, pues ella no tuvo responsabilidad alguna. Aún así, ni Robles ha hecho campaña por su defensa con tal de sobrevivir, algo que ha dejado tocada su imagen a nivel interno.
El propio Gobierno lo ha reconocido. «La seguridad integral del presidente del Gobierno depende del departamento de seguridad del Ministerio de Presidencia, tanto en el complejo de la Moncloa como en cualquiera de sus desplazamientos». Esta afirmación está por escrito y viene directa del propio Ejecutivo, pero aún así no parece que les haya temblado el pulso para echar de una patada a Paz Esteban con tal de calmar los ánimos de ERC. Sea como sea, este reconocimiento acompaña a lo que cuentan fuentes del Gobierno: Ballesteros está en el punto de mira y ya se están buscando sustitutos para un cargo de máxima importancia. Solo que esta vez no valdrá con dominar Microsoft Office. Ahora pedirán más galones en materia de ciberseguridad para evitar nuevos fallos de este calibre.
Miguel Ángel Ballesteros Martín no está especialmente familiarizado con la ciberseguridad
El general de Brigada Miguel Ángel Ballesteros Martín no está especialmente familiarizado con la ciberseguridad. Este militar de 69 años ha sido director del Instituto Español de Estudios Estratégicos y jefe del centro de satélites Centro Principal Helios Español, entre otras cosas. Sea como sea, y dirimidas las responsabilidades políticas con un cabeza de turco que poco o nada tenía que ver con el espionaje a Sánchez, ahora parece que han cambiado las tornas y que se buscará al verdadero responsable. Y todas las quinielas internas apuntan al general de Brigada Ballesteros.
No quieren ruido, pero sí responsabilidades. Es cierto que este espionaje, tal y como deslizan fuentes del Gobierno, ha sido utilizado con cierto oportunismo para quitar presión sobre el Ejecutivo. Que el presidente del Gobierno fuera espiado al mismo tiempo que ERC le pedía explicaciones porque los líderes del procés también lo fueron fue como agua de mayo. Pero esto no quita que ha habido un fallo en la seguridad importante. Que se descarguen más de dos gigabytes de datos del teléfono móvil personal del presidente del Gobierno es algo que puede tener implicaciones incluso a nivel internacional. Y de esto Sánchez no quiere ni oír hablar.
Ballesteros es el responsable de un departamento que depende a su vez del Ministerio de Presidencia. Tocar a Félix Bolaños no es algo que guste en Moncloa, aunque ya hay socialistas que apuntan a que el ministro también tiene parte de responsabilidad en este asunto tan complejo. Ballesteros será quien caiga, pero no lo hará con luz y taquígrafos. Cabe la posibilidad, según las fuentes, que el cese del general se aplace unos meses. E incluso hay quien opina que Sánchez no quiere más titulares con este asunto y que aguantará hasta después de las elecciones. Pero sea como sea, el Gobierno ha reconocido lo que todos sabían y lo que Robles advirtió.
No solo Sánchez fue espiado. También hay otros ministros, como la titular de Defensa, que han sido infectados con el software espía Pegasus. El problema es que Moncloa quiere mantenerlo en secreto. A partir de ahora, todos los nuevos asuntos sobre Pegasus se llevarán con discreción, aunque las responsabilidades recaerán sobre Ballesteros, un general en el punto de mira.