viernes, 22 noviembre 2024

El imprudente ‘show’ del cierre del hospital de Ifema revive el recuerdo del 8-M

  • Unidas Podemos y el PSOE se han tirado al cuello de los gobiernos autonómico y regional de Madrid por el acto de Ifema.
  • Se cerraba el hospital improvisado y las imágenes constataron que cientos de personas estaban apelotonadas.
  • Ni distancia de seguridad ni prudencia, lo que ha animado a los progresistas a criticar al PP como se hizo entonces con el 8-M.
  • Centenares de personas apelotonadas en el improvisado hospital de Ifema, en Madrid. Esta es la imagen que ha saltado a las redes sociales y que ha despertado las críticas de miles de personas, incluidos representantes políticos. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acompañó en un evento a otras personalidades en lo que debía ser un emotivo acto de cierre que indicaba que las peores consecuencias de la pandemia quedaban atrás. Sin embargo, el resultado fue que, donde habían sido tratadas miles de personas por el coronavirus, se apelotonaron centenares de personas, sin respetar la distancia de seguridad, entre aplausos y bocatas de calamares. Algo por lo que hasta el alcalde de Madrid ha pedido disculpas.

    Las imágenes hablan por sí solas y la imprudencia queda constatada. Y desde los partidos progresistas, tanto el PSOE como Unidas Podemos, no han perdido la oportunidad de devolver las críticas que hicieron los conservadores al 8 de marzo.

    La presidenta de la Comunidad de Madrid se ha defendido de la organización de este evento argumentando que se trataba de un acto espontáneo. Sin embargo, hay quien ha denunciado que Ayuso había invitado a 132 diputados de la Asamblea de Madrid para acompañar a otras personas, como sanitarios, personal de limpieza y cualquier trabajador que pasara por ahí.

    El portavoz de Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, ha sido de los más agresivos contra la presidenta de la Comunidad de Madrid. Empezó compartiendo una foto del acto en la que se ven a cientos de personas apelotonadas en lo que fue el hospital improvisado que impresionó a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero después dedicó a compartir cualquier mensaje que criticara con datos (o sin ellos) al evento protagonizado y organizado por Ayuso.

    En el acto estaban también el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, la vicealcaldesa, Begoña Villacís, el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, y la propia presidenta. Todos juntos en representación del PP y de Ciudadanos, las formaciones que gobiernan la totalidad de la capital. Pero el hecho de que se dedicaran incluso a repartir bocadillos y lo comentaran con gracia en las redes sociales ha desatado la ira de los que protagonizaron en su momento la manifestación feminista del 8 de marzo.

    «Que el PP desmantelase la sanidad pública y las residencias de mayores en Madrid para malvenderlas a buitres y a corruptos es culpa de Pablo Iglesias y lo de esta mañana de IFEMA también. La táctica comunicativa de Trump, Bolsonaro, Abascal y Díaz Ayuso» ha comentado el que fue exsecretario de Organización del PP Pablo Echenique.

    «Ayuso ha invitado a cientos de personas al acto de cierre del hospital de IFEMA incluyendo a parlamentarios de todos los grupos de la Asamblea de Madrid. Es una grave irresponsabilidad por parte de la presidenta desoír las normas que rigen el estado de alarma», han asegurado desde el propio PSOE.

    «Ayuso organiza un acto multitudinario en IFEMA saltándose las medidas de seguridad. La reciben los sanitarios diciéndole que deje de empeorar la sanidad pública. Y en vez de pedir perdón y escuchar a los trabajadores, se pone a culpar a Podemos. Tan indignante como ridículo», ha comentado la recientemente condenada a cárcel y diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid Isabel Serra.

    Todos y cada uno de los que fueron criticados por acudir al 8-M o por simplemente fomentarlo han visto una irresponsabilidad flagrante en el evento presidido por Ayuso. Dos reproches que constatan que los gestos cuestionables siguen siendo un arma arrojadiza entre partidos, pues quienes critican ahora el acto de Ayuso en Ifema siguen defendiendo que se celebrara la protesta del 8-M, y viceversa.