El Gobierno asegura que la reducción de contenidos en la asignatura de Historia de España de 2º de Bachillerato atiende al «sentir generalizado sobre la excesiva amplitud de conocimientos que, en un solo curso académico, debían abordarse en el desarrollo de esta materia».
En una respuesta escrita al PP, el Ejecutivo defiende la propuesta curricular que ha diseñado para esta asignatura y resta importancia a las alegaciones realizadas por la Real Academia de la Historia al Real Decreto por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas del Bachillerato.
El documento de alegaciones presentado por dicha institución cuestionaba el hecho de que el currículo de la materia de Historia de España no presentara el «suficiente valor formativo».
Sin embargo, el Ejecutivo defiende que el enfoque competencial que adopta este currículo «promueve de manera explícita el pensamiento crítico, el uso adecuado de fuentes de información, incluyendo el contraste de las mismas y la prevención de las noticias falsas y la desinformación, el análisis y la interpretación del presente y del pasado histórico o el desarrollo de opiniones propias y argumentadas».
Pero también recoge, según dice el Ejecutivo, «el dominio de las estrategias y los procedimientos del pensamiento histórico y de la metodología científica de esta y de otras disciplinas afines, el contraste de juicios y narrativas históricas opuestas sobre unos mismos hechos o acontecimientos, teniendo en cuenta el rigor histórico y el conocimiento de diferentes corrientes historiográficas, y el estudio comparado de distintos procesos históricos».
«Desde estas consideraciones, es posible que no haya habido un currículo que haya incidido tanto, y de una manera tan detallada y específica, en el valor y carácter formativo de la Historia y del pensamiento histórico», defiende el Gobierno.
Según el Ejecutivo, el informe de la Real Academia de la Historia señalaba, por otro lado, un «exceso de presentismo y de exclusiva atención a la más reciente etapa de la historia contemporánea en la determinación de los saberes básicos».
El Gobierno recuerda que, tal y como se respondió a dicho informe, el Ministerio de Educación y FP presenta «una propuesta reducida, expresa en un decreto de mínimos, que ha de permitir incorporar, por las comunidades autónomas, una perspectiva cronológica más amplia». De hecho, recalca que «la propia estructura competencial del currículo, y su despliegue a través de los saberes básicos, permite que en los siguientes niveles de concreción pueda ampliarse la mirada histórica hacia otros períodos y etapas más lejanas».
En cualquier caso, defiende que la propuesta de currículo atiende a un «sentir generalizado sobre la excesiva amplitud de conocimientos que, en un solo curso académico, debían abordarse en el desarrollo de esta materia».