En un principio el concepto del smartwatch era demasiado novedoso. La idea de unificar el dispositivo móvil con la muñeca, por medio de una pulsera y relojes inteligentes, captó a una gran cantidad de personas. Y no es para menos, el tener un rápido registro de las notificaciones, los pasos realizados y la salud cardiovascular puede ser muy útil en algunos momentos. Sin embargo, los usuarios que emplean este tipo de tecnología se han puesto en un gran peligro.
Hoy te contaremos a que riesgo se exponen todos los propietarios de los smartwatch.
Los peligros de emplear un smartwatch
La Oficina de Seguridad del Internaut (OSI), aseguró que toda la información que yace dentro de los smartwatch puede ser realmente útil para los estafadores. “Representan un botín muy jugoso para los ciberdelincuentes”, afirmaron. Esto se debe a que estamos expuestos a ataques por problemas técnicos como los incidentes de seguridad y los propios del usuario, como las contraseñas débiles y la instalación de aplicaciones peligrosas. Por este motivo, hoy te contaremos cuáles son los peligros que corren los usuarios dueños de estos dispositivos.
Seguridad por parte del fabricante de los smartwatch
En un principio, los propietarios de un smartwatch confían su seguridad a la empresa encargada de los mismos. Sin embargo, en reiteradas ocasiones, algunas compañías no cuentan con las herramientas necesarias para asegurar la información. “Los datos que nuestros dispositivos almacenan se filtren y se acabe vulnerando nuestra privacidad antes o después”, informaron. En este caso, este apartado no depende exclusivamente de los usuarios, pero si es un punto a tener en cuanta a la hora de adquirir uno de estos productos.
¿Políticas de privacidad?
Continuando con el punto anterior, nuestra información descansa en los servidores de las empresas encargadas de los smartwatches. Una de las preguntas que normalmente nos hacemos es que si somos consientes del poder que tienen sobre nosotros. Al otorgarle cierta información sobre nuestro estado de salud, consumos y ubicación, le brindamos a las empresas la capacidad de gestionar distintas estrategias comunicacionales y de rastreo. Aunque en un principio esta problemática parezca algo menor, nuestra libertad depende exclusivamente de ellos.
¿Son realmente necesarios los permisos que nos piden?
Existen ciertas aplicaciones que nos piden algunos permisos especiales que realmente no son necesario. ¿Para qué necesita un videojuego nuestra ubicación? ¿Por qué el mapa de autobuses nos pide acceso a la galería de fotos? Las respuestas a estas preguntas está en la información. Muchas aplicaciones, algunas presentes en los smartwatches, además de brindar algún tipo de servicio o entretenimiento, están diseñadas para recabar información de los usuarios. Con esta, buscan generar campañas de marketing o comunicacionales dirigidas a ciertos sectores de la sociedad.
Víctimas de espionaje ilegal
Como si no fuera poco, debido a la débil seguridad que poseen algunos smartwatch, los usuarios pueden ser víctimas de ciberdelincuentes. El tener estos dispositivos conectados al móvil, puede hacer que los malvivientes tengan acceso a nuestra información personal. Como los mensajes que enviamos y recibimos, las contraseñas y nuestra ubicación. Con este tipo de datos, podemos ser víctimas de estafas virtuales. “Puede ser utilizado por los ciberdelincuentes para espiarnos y monitorizar nuestra actividad”, aseguraron desde la OSI.
Peligro de perder la información pública
Uno de los peligros que muy pocos conocen de emplear los smartwatch en familia y/o con amigos, es que estos pueden tener un libre acceso a la información privada de cada usuario. “Se puede acceder por defecto a los datos de otro miembro y conocer su actividad, por ejemplo, si dos personas de la misma familia usan el mismo dispositivo”, afirmaron. En este sentido, si la otra persona es alguien de confianza, no habría ningún tipo de inconveniente. De no ser así, se recomienda extremar los cuidados.
Conexiones poco seguras: las problemáticas del Bluetooth
Al igual que otros dispositivos como tabletas y consolas, los smartwatch necesitan de una conexión inalámbrica para sincronizar los datos recogidos con nuestra cuenta. Normalmente, para ello se emplea la conexión Bluetooth del móvil para sincronizarse y así vincular todos los datos en la app. Según confirmó la OSI, a partir de este momento es “cuando más vulnerable es nuestra privacidad y los ciberdelincuentes podrían aprovechar esta puerta de acceso para entrar al dispositivo y robar nuestros datos”.
Recorte en materia de seguridad
No es necesario mencionar que muchos fabricantes, no solo los del smartwatch, buscan abaratar los costes y recortan las inversiones en seguridad. “No es extraño encontrarnos con dispositivos con escasas medidas de seguridad”, afirmaron cuando hablaron sobre la débil seguridad en las contraseñas por defecto y las pocas opciones que se tienen a la hora de configurar la privacidad del mismo. Por último, algunas aplicaciones requieren estar siempre conectadas a la geolocalización, algo que las vuelve sumamente peligrosas.
