Un total de 4.380.000 personas en España tenía alguna discapacidad en 2020, una cifra que supone un aumento de 530.000 en relación a la última encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre este tema, realizada en 2008.
El INE ha presentado este martes la Encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y Situaciones de Dependencia (EDAD) que ha realizado encuestando más de 110.000 viviendas con el objetivo de determinar cuál es la percepción de la ciudadanía acerca de la discapacidad.
De este modo, se ha recogido que los 4,38 millones de españoles que han declarado tener alguna discapacidad, 2,57 millones son mujeres y 1,81 hombres y, por edad, el 75,4% tiene más de 55 años, un grupo de edad en el que tres de cada cinco personas con discapacidad es mujer.
En este sentido, la subdirectora de Estadísticas Sociales Sectoriales, Margarita Ferruelo, ha destacado en rueda de prensa que en el estudio se ha registrado lo determinante del sexo y la edad para este colectivo y es que, según ha indicado, «la discapacidad aumenta a medida que aumenta la edad» pero, según ha indicado, a más edad también «afecta más a las mujeres».
Así, según el trabajo del INE, la tasa de discapacidad en los hombres es superior a la de la mujer hasta los 34 años, cuando cambian las tornas hasta alcanzar la máxima diferencia entre sexos a parir de los 70 años, cuando esta situación afecta a las mujeres en hasta un 40% sobre los hombres.
PROBLEMAS DE MOVILIDAD, LA DISCAPACIDAD MÁS FRECUENTE
Aun así, el estudio destaca que los mayores descensos en tasas respecto a la encuesta anterior de 2008 se han dado entre personas de 35 a 44 años y de 70 a 74 años. Por el contrario, la franja de edad que más ha crecido en estos 12 años es la de 6 a 24 años: un 18,2 más entre los 6 y los 15 años y hasta un 33,9% más entre los 15 y los 24.
Entre el colectivo que aseguraba tener una discapacidad en 2020 destacan los problemas de movilidad como los más frecuentes (54 de cada 1.000 habitantes), seguido de aquellos que presentan dificultades en su vida doméstica (45 de cada 1.000) y de aquellos que los tienen con el autocuidado (30,6 de cada 1.000).
En este sentido, Ferruelo ha señalado que todas ellas son situaciones relacionadas con «actividades básicas de la vida» como «hacer de comer», «ducharse», «ir a la compra», «ir al medico» o «cambiar las posiciones cuerpo».
El resto de discapacidades por orden de incidencia son la auditiva (27,6 de cada 1.000), la visual (23,6 de cada 1.000), de comunicación (21,3 de cada 1.000), de aprendizaje (15,8 de cada 1.000) y con problemas de interacción y relaciones sociales (13,6 de cada 1.000).
Desde el INE advierten que estas cifras prácticamente se duplican cuando las personas con discapacidad superan los 80 años.
EL 74% TIENE AYUDA
Ante esta situación, el INE ha preguntado también por la ayuda que reciben, ya sea técnica (externa) o personal (de una tercera persona). En este sentido, son 3,2 millones (un 74%) los que han asegurado que reciben algún tipo de ayuda.
Aún así, el estudio recoge diferencias por discapacidad. Así, mientras casi el 93% de personas con discapacidad con problemas de autocuidado, el 88,1% de personas con problemas con la vida doméstica o un 82,8% de quienes tienen una discapacidad relacionada con el aprendizaje tienen ayuda; solo el 47,9% de las personas con discapacidad auditiva y el 28,7% de quienes tienen discapacidad visual la reciben.
En cuanto a quién los cuida, en el 63% de los casos es una mujer de entre 45 y 64 años y en casi la mitad de los casos (49,5%) la cuidadora reside en el hogar de la persona con discapacidad, frente a un 24% al que cuida una persona externa, mientras que en el resto de los casos se trata de una combinación de ambas.
Por tramos de edad, el INE recoge que, entre la población más joven con discapacidad, en el 59% de los casos es la madre y «según va aumentando la edad», según ha explicado Ferruelo, se va sustituyendo por el cónyuge. En personas mayores, entre los 65 y los 69 años, predomina como cuidado el cónyuge, seguido de las hijas de la persona.
A partir de los 70 años, en más de un 80% la cuidadora es la hija, frente al 18% de los casos en los que son los hijos quienes lo hacen, antes que el cónyuge o una persona externa al hogar.
Aún así, el INE destaca que en «más de un millón de hogares la persona con discapacidad vive sola». De estos, un 54,8% asegura mantener contacto regular con familiares, de los cuales un 25,8% afirmó verlos todo, o casi todos, los días y un 29% una o dos veces por semana. Estos porcentajes son superiores (33,8% y 27,7% respectivamente) cuando las personas con discapacidad superan los 80 años.
En cuanto a amigos y vecinos, cerca de la mitad de las personas con discapacidad (44,3%) asegura que tienen relación frecuente y solo una de cada tres afirmó no tener ninguna relación con este entorno.
CASI EL 80% DE ESCOLARES CON DISCAPACIDAD VA A UN COLEGIO ORDINARIO
Por otra parte, el INE ha estudiado la escolarización de los niños con discapacidad que, según recoge el trabajo, lo están en un 99,5%, de los que en un 58,7% acuden a un colegio ordinario en el que reciben apoyo especializado y otro 20% asiste a un colegio ordinario y no recibe apoyo. El 20% restante acude a un centro de educación especial.
En este sentido, las encuestas indican que más de la mitad de los niños con discapacidad escolarizados recibieron en 2020 los apoyos necesarios, aunque 1 de cada 4 que los reciben dicen que no fueron suficientes. En este caso, los niños con problemas de audición son los que más aseguran no tener el apoyo necesario en los centros.
En cuanto al mundo laboral, en 2020, 369.900 personas con discapacidad de 16 a 64 estaban trabajando, según el INE, de los que un 88% estaban asalariados, un 85% trabajando a jornada completa y un 72% con un contrato indefinido. En este caso, según ha indicado Ferruelo, los datos no diferencian apenas entre hombres y mujeres, excepto en la diferencia sobre el trabajo de jornada completa, en el que se reduce el número de trabajadoras.
En este caso, las personas con problemas de audición y de movilidad son las que más están ocupadas, frente a quienes sufren una discapacidad que les afecta en su vida doméstica o en su autocuidado.
1 DE CADA 3 NIÑOS SE HA SENTIDO DISCRIMINADO EN LA ESCUELA
Finalmente, el INE ha recogido también datos sobre la situación de discriminación en el colectivo, entre los que destaca que uno de cada tres niños lo ha sentido en el entorno escolar y una de cada 10 personas en el ámbito laboral. En ambos casos, la discriminación es mayor ante discapacidades relacionadas con los problemas de autocuidado o la vida doméstica y hay menos discriminación ante discapacidades sensoriales.
Del mismo modo, una tercera parte de las personas con discapacidad, en torno a 1,4 millones, han reconocido dificultades para desenvolverse en su vivienda o en el entorno de la misma, principalmente en el portal. Además, las mujeres son las que han declarado mayores dificultades en este sentido, según Ferruelo, probablemente porque los problemas de movilidad son más numerosos a mayor edad y en estos grupos son ellas mayoría.
En cuanto al acceso a edificios públicos y en entorno urbanos, un 36,2% asegura tener dificultades, mientras que un 43,2% lo denuncia en relación al transporte público y un 40% asegura tener problemas al utilizar nuevas tecnologías «a causa de su discapacidad».