jueves, 12 diciembre 2024

El PSOE usa la «gran coalición» para presionar a Yolanda Díaz y que se sume a sus filas

Unidas Podemos y la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, nunca han estado tan enfrentados. Que el PSOE quiere seducir a la ministra para que se sume a sus filas es vox populi; pero ahora hay una novedad sobre la mesa que ha llevado a Ferraz a cambiar de estrategia para conseguir el fagocitar a la dirigente morada. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, negocia a dos bandas: por un lado, lleva meses coqueteando con el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, para llegar a un acuerdo de mínimos que permita una gran coalición llegado el momento; y por otro, Sánchez intenta sumar a sus filas a Yolanda para evitarse así males mayores a su izquierda.

El presidente del Gobierno ya se ve ganando las elecciones. Los ánimos en Ferraz indican un contenido entusiasmo, tal y como ha comprobado MONCLOA.com, porque se ven revalidando la legislatura. Pese a que las últimas encuestas aúpan a Feijoo y al Partido Popular, Sánchez cree que tiene la sartén por el mango, tal y como comentan fuentes solventes del Ejecutivo. En cualquier caso, para redondear la jugada, el PSOE tiene una pequeña obsesión: robar a Yolanda Díaz y regalarle un buen puesto en las listas del partido prometiéndole, además, una vicepresidencia. El escenario perfecto para los socialistas es simple: llegar a un acuerdo de mínimos con el PP y quedarse a Díaz. Solo así podrán asegurarse la pervivencia.

Los socialistas utilizan ahora las filtraciones a los medios y la presión interna para «seducir» a Díaz. Al mismo tiempo, todas las noticias que salgan a la luz que enfrenten a Yolanda con Unidas Podemos son bienvenidas para el partido. Se ha desatado una auténtica guerra sucia que busca contaminar el entorno de la vicepresidenta, tal y como cuentan fuentes del Gobierno, para empujarla a los brazos de Sánchez. Para Moncloa, la mera posibilidad de que la ministra de Trabajo monte un partido por su cuenta ya es una amenaza que no quiere sumar al desgaste propio de la legislatura (una de las más complicadas de la democracia). Y si para ello hay que filtrar información de parte interesada, se hace.

El encargado de negociar y conversar con Feijoo es nada menos que el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. El chico de los recados del líder socialista lleva tiempo tratando temas muy dispares. Pero ahora le ha tocado buscar qué mínimos habría que acordar con el Partido Popular para que la gran coalición sea una realidad. Por el momento, parece fácil llegar al acuerdo dado que el PP solo ha pedido bajadas de impuestos generales. Es cierto que esto descuadra los planes recaudatorios del Ejecutivo, pero parecen exigencias que se pueden salvar. Si este plan sale bien (y todo parece indicar que sí porque Feijoo ha hecho llegar a Moncloa un dossier con puntos clave para llegar al pacto de coalición), Díaz tendrá una razón más para sumarse a las filas socialistas.

O se queda en su plataforma o revalida su cargo como vicepresidenta

La idea de Sánchez y lo que el PSOE desliza permanentemente a los oídos de los asesores de la ministra de Trabajo es poner a Yolanda entre la espada y la pared. O se queda en su plataforma y se convierte, sí o sí, en una formación residual y una diputada más en el Congreso, o revalida su cargo como vicepresidenta aunando más a la izquierda y hundiendo a Podemos. Esta idea es la que circula por Ferraz desde hace tiempo y la llegada de Feijoo simplemente ha dado un arma más a los socialistas para presionar a la vicepresidenta.

A todo esto hay que añadirle un as en la manga que se guarda Sánchez: el adelanto electoral. El presidente del Gobierno es consciente, tal y como detallan fuentes del Gobierno, de que Yolanda Díaz no tiene intención de presentar su plataforma al público antes de que se celebren las elecciones municipales y autonómicas. Sea como sea, Sánchez sabe que la ministra aún no ha dado el paso en ninguna dirección y es plenamente consciente de que un adelanto electoral atropellaría los tiempos que maneja la vicepresidenta. Si ese adelanto beneficia mínimamente a los socialistas y perjudica a Yolanda (en caso de que ésta no quiera sumarse a las filas socialistas), Sánchez no dudará en hacerlo. «El adelanto electoral se ha vuelto a poner encima de la mesa», insisten fuentes del PSOE.

Con todo esto, la pelota está ahora en el tejado de Díaz. Entretanto, desde Podemos también empujan a la vicepresidenta a que se vaya. La presencia de la ministra ha crispado considerablemente los ánimos en la formación morada porque saben que pretende enterrar a todos y cada uno de los primeros espadas que ahora trufan Unidas Podemos.