El PP propone en su programa electoral la recuperación del modelo de ‘Marca España’, una política de Estado cuya misión era difundir la imagen del país en el extranjero y que fue iniciada en 2012 por el gobierno de Mariano Rajoy.
La oficina de Marca España, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, pasó a llamarse ‘España Global’ cuando el Gobierno socialista sustituyó al Alto Comisionado, Carlos Espinosa de los Monteros, quien había sido propuesto por José Manuel García-Margallo, por Irene Lozano.
Tras la moción de censura, el Gobierno de Pedro Sánchez reformó el modelo renombrándolo ‘Secretaría de Estado de la España Global’. El nuevo proyecto se definió como “una política de Estado inclusiva e integradora, con vocación de permanencia en el largo plazo” cuyo objetivo era afianzar una imagen de España en el exterior que se ajustase a la realidad, como una de las potencias económicas y políticas más importantes del mundo.
Ahora, después del cambio a manos del Gobierno de Sánchez, Pablo Casado quiere recuperar la ‘Marca España’ que considera en su programa «un éxito al servicio de la sociedad y de la internacionalización de las empresas», así como promover la diplomacia cultural a partir del valor del español y potenciando el papel del Instituto Cervantes, como referente en la difusión de la lengua y la cultura.
Espinosa de los Monteros puso su cargo a disposición de Borrell tras haber trasladado en diferentes ocasiones la necesidad de disponer de fondos propios para el proyecto, ya que ni ‘Marca España’ ni ‘España Global’ han figurado en los Presupuestos Generales del Estado. El Alto Comisionado avisó antes de su retirada que “en el caso de que los PGE volviesen a olvidarse de Marca España, prefería dejar el cargo”.
El empresario ya advirtió en público en el acto del quinto aniversario de la puesta en marcha del proyecto que se necesita “un apoyo institucional más grande” con Marca España. “Se podrían hacer más cosas si tuviéramos más medios”, enfatizó hace un año.
IRREGULARIDADES EN LA «MARCA ESPAÑA» DEL PP
Aunque el PSOE fue crítico con Marca España mientras estuvo en la oposición, Borrell defendió su utilidad en plena ofensiva independentista catalana. La posición de Espinosa de los Monteros dentro de Exteriores se tambaleó tras el informe del Tribunal de Cuentas en el que se enumeró una serie de actuaciones “defectuosas” dentro de esta entidad.
En el informe se criticó, por ejemplo, que Espinosa de los Monteros suscribiera convenios “de forma verbal, sin formalización de documento escrito, lo cual no se ajusta a las leyes administrativas de procedimiento y transparencia”, o que Marca España dispusiera de fondos aportados por empresas privadas para “gastos ordinarios de funcionamiento” y el pago de servicios prestados por terceros para este proyecto “sin que se ajustara a la normativa que regula los flujos de ingresos a la Administración”.
El Tribunal de Cuentas censuró que el propio alto comisionado pudiera celebrar y formalizar convenios de colaboración entre Marca España y entidades públicas, asociaciones, fundaciones o empresas privadas. En concreto, se mencionó el suscrito con una “empresa textil” de cuyo consejo de administración del que forma parte Espinosa de los Monteros.
Espinosa de los Monteros, ex vicepresidente no ejecutivo del grupo Inditex, del cual es accionista, no recibía remuneración a cambio de su labor como Alto Comisionado, por lo que la polémica saltó cuando se descubrió que Lozano cobraría 70.000 euros anuales en la nueva ‘España Global’. Uno de los hijos del primero es, curiosamente, Iván Espinosa de los Monteros, actual vicesecretario de Relaciones Internacionales de Vox y pareja de Rocío Monasterio, presidenta de Vox Madrid.
En la presentación del nuevo logo de ‘España Global’ en noviembre del año pasado, Lozano declaró que se derivarían fondos hacia la iniciativa pero que mientras se siguiera tratando de llegar a un acuerdo para aprobar los PGE de Sánchez, se mantendrían los anteriores, en los cuales no aparecía su predecesora “Marca España”.
Lozano fue diputada por UPyD desde 2011 hasta su baja en octubre de 2015, cuando se integró como independiente en las listas del PSOE, donde volvió a ostentar un cargo de diputada. En UPyD incluso llegó a concurrir en las primarias para liderar el partido, pero perdió frente a Andrés Herzog. Precisamente, la periodista fue la encargada de “dar forma” al libro de Sánchez, Manual de Resistencia. «El autor es él, yo solo le he dado forma literaria porque me dedico a ello”, alegó Lozano.
Ahora, Casado quiere recuperar la ‘Marca España’ que el PP creó en 2011 en plena crisis económica y que conservó durante dos legislaturas, con la intención de llevar la imagen de España a cada rincón del mundo.
