domingo, 24 noviembre 2024

Sánchez utiliza el Consejo de Ministros para criticar la entrada de Vox en Castilla y León

Con el Gobierno nos hemos acostumbrado a lo que debería de ser y es de facto una anomalía: que el Ejecutivo opine de resultados electorales o gobiernos elegidos. Eso debería corresponder al aparato del partido, en este caso el PSOE. Sin embargo, siguen usando sus cargos para opinar y lanzar su agenda ideológica o ataques desde el Consejo de Ministros y la portavocía. Precisamente la protagonista ha sido la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, criticando en la rueda de prensa posterior el pacto del PP con Vox para que entre en el gobierno de Castilla y León.

Isabel Rodríguez ha lamentado que, mientras en Francia y otros países europeos crean los llamados «cordones sanitarios» para aislar o dejar fuera de cualquier acuerdo a la ultraderecha, en España se posibilita por primera vez la entrada de Vox en un ejecutivo, en este caso en la Junta de Castilla y León, con la vicepresidencia y tres consejerías. Con ello la formación que lidera Santiago Abascal se estrena en la gestión directa y toca poder.

EL GOBIERNO CONTRA VOX

«Lo que está haciendo el PP es completamente anómalo a lo que hace la derecha europea, que pone cordones democráticos a la ultraderecha, pero aquí Feijóo les está abriendo la puerta de par en par», ha lamentado la portavoz durante la rueda de prensa en Moncloa posterior al Consejo de Ministros.

«lo que está haciendo el pp es completamente anómalo a lo que hace la derecha europea»

Cuando ni ha pasado un día desde que se haya hecho efectiva la toma de posesión del gobierno castellano-leonés, la portavoz del Gobierno de España ha atacado duramente a Vox, subrayando que el partido de Santiago Abascal «están atentando contra el sistema democrático y constitucional». Se refería concretamente a que el futuro vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, defendió la eliminación del Estado autonómico.

Isabel Rodríguez añadió que la extrema derecha quería acabar con los «avances» que ha supuesto el modelo autonómico y «atacar» las normas básicas de convivencia recogidas «en el consenso constitucional». Y Rodríguez continuó centrándose en el nuevo Gobierno de Castilla y León, avisando que el Ejecutivo «estará atento y vigilante», además de combatir esos posicionamientos «que agreden a los derechos», en particular a los que afectan a las mujeres.

Isabel Rodríguez vox

A POR ELLOS

Ahora que Vox ya está en un gobierno y que el PP no sólo obtiene el apoyo de la formación verde sino que comparte poder, el Ejecutivo ha lanzado una ofensiva sobre el partido de Abascal pero también sobre el PP, como líder de la oposición que pacta con la ultraderecha.

También fue Isabel Rodríguez quien en la misma rueda de prensa acusó a Vox de querer acabar con la sanidad pública, al pretender derogar el Estado de las autonomías, incluso eliminar el artículo 8 de la Constitución. «Lo que quiere la ultraderecha en España es acabar con la Sanidad pública universal, la han catalogado como lacra», ha apuntado, y ha pedido al PP que se aleje de esos planteamientos que atentan contra las normas básicas de convivencia.

COMPORTAMIENTO «ANÓMALO» DEL PP

Rodríguez ha calificado de «anómalo» el comportamiento del PP respecto a sus partidos homólogos en Europa, que está poniendo «cordones democráticos», según ha apuntado. «Y aquí Feijóo abriendo de par en par las puertas a la extrema derecha» y permitiendo su acceso al poder. Además, ha recordado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez le trasladó a Feijóo su preocupación por el avance de esta ideología que ahora «se consolida» en España tras el pacto en Castilla y León.

En la misma línea, la ministra de Justicia Pilar Llop, ha calificado como «muy grave» que Vox niegue «una cuestión de Estado» como es la lucha contra la violencia de género y que votaran a favor del pacto de Estado renovado recientemente y ha pedido al PP que haga una «reflexión» y establezca un «cordón democrático» a la formación de Santiago Abascal.

Así, ha lamentado que se utilice el término «violencia intrafamiliar» porque eso supone el peligro de invisibilizar esta violencia que es «específica» y ataca a las mujeres de la manera «más cruel, asesinando a sus hijos por sus padres o por las parejas masculinas de sus padres», ha afirmado.