El infarto de miocardio es, al igual que la angina de pecho, una cardiopatía isquémica, lo que es lo mismo, una enfermedad provocada por la obstrucción de las arterias del corazón. Se produce por una acumulación de grasas, placas de colesterol y células inflamatorias en las paredes de las arterias, lo que provoca que el corazón no pueda recibir un flujo suficiente de sangre. A diferencia de la angina de pecho, cuyos síntomas son progresivas, el infarto de miocardio, se presenta de manera brusca, en el momento en el que las arterias se obstruyen por completo tras formarse un coágulo. Las células de las zonas del corazón afectadas mueren como consecuencia de la falta de riego, produciendo un daño irreversible.
1CAUSAS DEL INFARTO
Cualquier persona es susceptible de sufrir un infarto de miocardio, pero algunas tienen más riesgo que otras. Las probabilidades son mayores en las personas que ya hayan padecido un problema cardiovascular previo. También son más vulnerables las personas de edad avanzada y las que tienen factores de riesgo. Los infartos se producen con más frecuencia a primera hora de la mañana, y puede estar provocado por diferentes causas. Estas son las principales:
- Obstrucción de las arterias coronarias por ateriosclerosis, es decir, por acumulación de grasa en las paredes.
- Obstrucción de alguna arteria por un coágulo de sangre. También está relacionado con la acumulación de placas de grasa que estrechan las arterias.
- Enfermedades cardiacas crónicas como insuficiencia o arritmias.
- Contracción que estrecha una arteria del corazón impidiendo el paso de la sangre.
- Otros factores de riesgo: diabetes, hipertensión, tabaquismo, sedentarismo, etc.