El Servicio de Cirugía General del Hospital Gregorio Marañón ha realizado un estudio sobre la gestión clínica y la evolución de la diverticulitis aguda en pacientes con gas libre pericólico.
Los resultados de este estudio observacional multicéntrico, se han presentado, por primera vez, en el XXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Coloproctología (AECP), donde la Unidad de Coloproctología de Marañón ha conseguido el premio a la mejor comunicación oral, según recoge el centro en un comunicado.
El objetivo del estudio, del que el Hospital Gregorio Marañón ha sido centro promotor y en el que se han incluido más de 1.000 pacientes de 17 países diferentes, es analizar el tratamiento al que fueron sometidos los pacientes con diverticulitis aguda y gas libre pericólico, y la evolución de estos durante el primer año tras el diagnóstico.
Se puede concluir que el manejo conservador para este tipo de pacientes, es decir, el ingreso hospitalario y el tratamiento con antibiótico intravenoso con dieta absoluta durante unos días, tendrá una tasa de éxito cercana al 95% durante el episodio agudo, y superior al 80% en el primer año, frente a opciones quirúrgicas.
No obstante, los pacientes que asocian líquido libre visible en la TAC tiene mayor riesgo de fracaso con tratamiento conservador, por lo que se debe vigilar más de cerca su evolución.
Los divertículos son bolsas abultadas y pequeñas que se pueden formar en el revestimiento del sistema digestivo. Por lo general, se encuentran en la parte inferior del intestino grueso (colon). La enfermedad diverticular del colon es una enfermedad común que incluye diverticulosis y diverticulitis.
La mayoría de los pacientes que tienen diverticulosis permanecen asintomáticos; sin embargo, se estima que entre el 15 y el 20 % desarrollará diverticulitis aguda.
La diverticulitis puede causar dolor abdominal intenso, fiebre, náuseas y un cambio marcado en los hábitos intestinales y, en concreto, la diverticulitis aguda puede requerir cirugía en determinados casos.
Por eso, los investigadores de este estudio han querido analizar, en el caso de esta patología y en particular en aquellos pacientes con burbujas de gas pericólico, la tasa de fracaso del tratamiento conservador, incluyendo la necesidad de cirugía urgente, de drenaje percutáneo o de reingreso.
Los médicos especialistas catalogan la diverticulitis aguda según su gravedad, mediante la clasificación de Hinchey, que sirve para guiar a los médicos en el tratamiento de la misma.
No obstante, hay una condición que se ve a menudo en la tomografía computarizada (TAC) pero que no está incluida en esta clasificación, y son aquellos pacientes con burbujas de gas pericólicas, pero no libres en el abdomen.
Con el fin de predecir la evolución relacionada con la enfermedad, se han incluido en el estudio a pacientes mayores de 18 años, diagnosticados de diverticulitis aguda mediante un estudio por TAC, que presentaban burbujas de gas pericólicas con o sin líquido libre.
Según Patricia Tejedor, cirujana de la Unidad de Coloproctología del Hospital Gregorio Marañón, «el manejo de este grupo en particular de pacientes es muy variable y no existe consenso».
«Por este motivo, nuestro objetivo era identificar el tratamiento más adecuado, y estamos convencidos de que los resultados son clínicamente relevantes para los pacientes e interesantes para todos los médicos que tratan esta patología», ha remarcado.
Una de las fortalezas del estudio, que se ha llevado a cabo durante los dos últimos años, es que se trata de la serie de pacientes más grande realizada hasta la fecha y esto ha permitido conseguir un grupo homogéneo de pacientes, incluyendo el tratamiento al que fueron sometidos y su evolución durante el primer año tras el diagnóstico.