Poco a poco vamos conociendo más cosas sobre el coronavirus, y muchas de ellas no son nada halagüeñas para el futuro de la sociedad. Que nuestro modo de vida tendrá que cambiar, es algo para lo que nos estamos preparando mentalmente. Que este cambio durará más de lo previsto, parece que también.
Aunque todavía no hay acuerdo en este sentido dentro de la comunidad científica, desde el Instituto de Biología de Patógenos de China apuntan a que «es muy probable que se trate de una epidemia que coexista con los humanos durante mucho tiempo, se vuelva estacional y se mantenga dentro de los cuerpos humanos».
Lo cierto es que ya sabíamos que el coronavirus no va a desaparecer sin vacuna. Ahora tampoco está claro que incluso con dicha vacuna, podamos terminar absolutamente con la amenaza. Por una parte porque el virus ha dado muestras evidentes de mutación. Pero por otra parte, porque se cree que se convertirá en un virus estacional más, como la gripe, a que tendremos que hacer frente cada otoño.
Los científicos norteamericanos son más positivos que los chinos. Desde la Universidad de Columbia consideran que es poco probable que el coronavirus mute cada temporada como lo hace la gripe. Creen, de hecho, que el problema se habrá resuelto cuando llegue la vacuna. Vacuna, que en todo caso, no se espera antes de unos 12 meses por lo menos.