sábado, 23 noviembre 2024

Extremadura tendrá su peculiar ‘Estatua de la Libertad’: un Buda de 40 metros

El budismo busca hacerse un hueco en Cáceres. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara ha estado trabajando en su proyecto «estrella» desde que entró por la puerta de la Junta de Extremadura como presidente de la región en el año 2019. Esta iniciativa del líder socialista consistía en construir un Buda de 40 metros en Cáceres con el que crear una zona dedicada al budismo que atrajera turismo religioso a la región. Además, Vara aseguró que se trataba de un proyecto privado que no costaría nada ni a la Junta ni al Ayuntamiento ni a las arcas públicas. Sin embargo, más de tres años después, Vara ya ha invertido en este proyecto 300.000 euros, pero ni hay Buda ni hay zona de peregrinaje en Cáceres. Es decir, se trata de una iniciativa prácticamente inexistente y que, por lo que han confirmado fuentes de la oposición a MONCLOA.com, no parece que vaya a llevarse a cabo antes de que acabe la legislatura.

El presidente extremeño comenzó su liderazgo anunciando un proyecto turístico religioso, quería crear en Cáceres una zona de peregrinaje para que los budistas acudieran a España a visitar este centro. Para ello, quería construir un Buda de más de 40 metro de altura, es decir, la estatua más alta de Europa y una de las más grandes del mundo. Para llevarlo a cabo contó con la ayuda del alcalde de Cáceres, Luis Salaya, ya que es el edil del lugar en el que iba a ubicarse el monumento. El alcalde comenzó asegurando que esta iniciativa no costaría nada ni al Ayuntamiento ni a los fondos públicos ya que sería una inversión «netamente privada», únicamente debían facilitar un terreno público. Una superficie que adjudicó sin pasar por Pleno.

El problema es que se trata de una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) sobre la que no es posible edificar. Fuentes de la oposición consultadas por MONCLOA.com han explicado que no saben si es que «al ayuntamiento le da igual que sea zona protegida o no tienen ni idea de que se trata de un terreno ZEPA». Una vez que decidieron el área en el que iba a situarse comenzaron a trabajar en el proyecto, pero para no empezar de cero, repescaron el proyecto de la alcaldesa de Madrid, quien ya había trabajado en esta idea para llevarla a Madrid. Así, Salaya reutilizó los documentos de la exalcaldesa madrileña, el problema es que no lo adaptaron a Cáceres, ni en el terreno ni los organismo implicados. Así, el acuerdo contaba con instituciones que no existen en Cáceres, ya que son exclusivas de Madrid.

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Finalmente, el Consistorio cacereño firmo un acuerdo con la Fundación Lumbini Garden, para que comenzaran a trabajar en el área budista. Además, le otorgaron, a través de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes, una subvención de 281.229,2 euros, cuyo objetivo era fomentar el turismo a través de conferencias y actividades para fomentar el proyecto «Gran Buda». Estas subvención se adjudicó mediante procedimiento de concesión directa y sin convocatoria. Estas mismas fuentes aseguran que se trata de una concesión «a dedo», otorgada directamente a dicha Fundación. El partido de la oposición pidió la comparecencia del consejero, pero el PSOE se negó a comparecer en comisión para explicar las razones y los motivos de esta subvención

En estas jornadas se llevó a cabo un acto de bendición del terreno en el que iba a desarrollarse la iniciativa. Así, varios monjes acudieron al Cerro Arropé para bendecir el área y convertirlo en un monte sagrado. Además, estos religiosos donaron y pequeño Buda de jade blanco que actualmente se encuentra en un museo de la región. De esta forma, el colectivo budista sacralizó el terreno público perteneciente al Ayuntamiento de Cáceres, es decir, que se convirtieron en monte sagrado un zona pública, protegida y encima otorgada sin pasar por pleno.

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Para preparar todo este proyecto tanto diputados de la Junta de Extremadura como del Ayuntamiento de Cáceres viajaron en dos ocasiones a Nepal. Unos viajes que en el Partido Popular no dejaron pasar por alto este traslado y preguntar acerca de los costes que había supuesto este viaje de los miembros de la Junta a Nepal. Ante esta pregunta, la Asamblea extremeña respondió que se había trasladado dos personas y que el coste había sido de 1.635,23 euros en conceptos de alojamiento, manutención, avión, seguro y visado.

Después de más de 3 años y dos viajes a Nepal, Salaya y Fernández Vara se han gastado 300.000 euros en el proyecto el «Gran Buda», pero, según han explicado fuentes del PP, actualmente no hay ni Buda de 40 metros, ni espacio dedicado a esta religión. Estas mismas fuentes han explicado que la zona es un «secarral», donde no hay absolutamente nada. El terreno «ni siquiera está habilitado para construir», no hay agua ni luz ni estructuras. Lo pretendía ser un complejo con un templo, una estatua de 40 metros, pabellones para delegaciones asiáticas, residencias para los monjes y una universidad, se ha quedado en nada. Solo hay una solar vacío, por eso desde el PP dejan caer que huele más a «pufo del PSOE» que a proyecto turístico.