Está a punto de llegar la Semana Santa, y eso quiere decir que es hora de degustar un dulce típico de esta época: las torrijas. Un postre que, en su momento, seguramente nacería como receta de aprovechamiento para dar salida al pan sobrante, y que hoy en día es considerado un auténtico manjar. Vamos a saber su historia y todo lo que hay alrededor de este delicioso manjar tan típico de nuestra gastronomía .
Las torrijas pueden ser de leche o de vino. Pero junto a las recetas tradicionales han ido apareciendo nuevas evoluciones que bien merece la pena probar y conocer también si quieres sorprender en casa con un postre o una merienda única que hará las delicias de todos.
1EL ORIGEN DE LAS TORRIJAS
Las torrijas son unos de los dulces más antiguos de los que hay constancia porque se prepara con pocos ingredientes y en tan solo 5 o 10 minutos. Además es un postre nacido de la pura necesidad, ya que se elabora con pocos ingredientes. Con el tiempo ha ido evolucionando, adaptándose a la idiosincrasia local de cada pueblo, generando distintas variantes.
La primera referencia histórica conocida a un producto parecido está en la obra de Marco Gavio Apicio, gastrónomo romano del siglo I que recopiló recetas de su época. En su recetario menciona que la rebanada de pan debe sumergirse en leche, sin mencionar el huevo, y no le da un nombre especial. Se limita a llamarla aliter dulcia (plato dulce). Pero la receta tradicional tiene su origen en el siglo XV y nace para aliviar a las parturientas al dar a luz y favorecer su recuperación postparto allá por el 1600. La combinación de pan, leche, huevos y miel (o sea, torrijas) era un éxito en la dieta de las parturientas antes y después de dar a luz.