La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha asegurado que sería «la mejor de las noticias» si se confirma que España y Portugal han propuesto a Bruselas topar el precio del gas a 30 euros, una medida que viene proponiendo Podemos los últimos días.
Así lo ha indicado en declaraciones a los medios de comunicación en referencia a la información publicada por el diario portugués ‘Público’, que precisamente apunta a que esa sería el umbral que barajan los dos países. Una noticia que ella no puede confirmar a ser una competencia de las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera.
Eso sí, ha dicho que en caso de que esa fuera finalmente la cifra, sería positivo porque ese tope permitiría «bajar de verdad» la factura de la luz a costa de los beneficios multimillonarios «inmerecidos» de las eléctricas.
La también líder de Podemos ha destacado que hay que afrontar «de forma contundente» la subida de la inflación que a «todos preocupa», y que viene condicionada por la tendencia alcista del precio de la energía.
El pasado lunes Belarra ya dijo explícitamente que su formación apostaba, de cara a la negociación en el seno de la coalición y con la UE sobre las medidas al mercado eléctrico, limitar el precio del gas a 30 euros el megavatio hora, pues esa franja permitiría resituar el recibo genérico de la luz a niveles cercanos a los 110 euros.
Mientras, la vicepresidenta primera y titular de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, le reprochó el mismo día por la noche que diera esa cifra, al apuntar que eran «cuestiones muy complejas» y técnicas como para que la formación política diga que le «gustaría tal número» para poner de límite.
Al día siguiente, la ministra de Derechos Sociales replicó a Calviño que la propuesta había sido trabajada técnicamente por el equipo de la formación morada y era positiva para bajar la factura de la luz, pero sobre todo enfatizó que también era una «decisión política» que debía asumir la coalición.
De hecho, defendió que el grado de ambición sobre lo que se estaba dispuesto a reducir el precio del gas para desacoplarlo del mercado era un debate que «no se le puede escatimar» a la ciudadanía.