El incremento de precio en materiales y energía no ha impedido al fabricante de food trucks, LACOMMA, aumentar sus ventas en un 72 % en comparación con el primer trimestre del pasado año.
Para hacer frente al aumento de demanda de sus modelos en esta situación global de crisis energética y de materiales pone en marcha una serie de medidas. “La guerra en Ucrania ha disparado unos precios que ya comenzaron a subir desde la llegada del coronavirus”, afirma la gerente de la empresa, M.ª Carmen Terrón.
Los food trucks LACOMMA no tienen dependencia de chips y otros componentes tecnológicos, al ser remolques sin motor, por lo cual han podido mantener su compromiso en los plazos de entrega. M.ª Carmen Terrón explica: “Hemos sido previsores comprando más materiales para evitar la fluctuación de precios, pero el aumento de las ventas está terminando rápidamente con nuestras reservas”.
Utilización de nuevos materiales y diseños
Entre las medidas a tomar, destaca la utilización de nuevos materiales como poliéster, fibra y PVC. Estos materiales ya se usan en el nuevo modelo de food truck que LACOMMA presentará próximamente con el nombre Ébora.
Algunos diseños también se han modificado para evitar un aumento en los precios y poder mantener la calidad. La constante inversión en I+D+I hace posible la creación de nuevos modelos adaptados a las necesidades y posibilidades de un mercado que no para de crecer en España.
Escuchar al cliente para adaptarse al mercado
El director de marketing de la empresa, Juan Lovi, explica que en una época de cambios como la actual, con variaciones de precios, legislación, modos de vida, prioridades… un estudio de mercado es demasiado lento y es más necesario que nunca escuchar al cliente.
En palabras de Juan Lovi: “Escuchar al cliente nos mostró que en 2021 era necesario un food truck pequeño y muy barato, así nació el Container 2 x 2. Ahora en 2022 se buscan food trucks más grandes y sobre todo llamativos para atraer la atención y diferenciarse de la cada vez mayor competencia”.