Los parlamentos de España y de Estados Unidos han firmado una declaración conjunta advirtiendo contra la desinformación en castellano, de la que responsabilizan directamente a Rusia, y llaman a los Gobiernos a tomar medidas para contrarrestar esos bulos.
Se trata de una declaración conjunta firmada por los presidentes del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y la Cámara de Representantes americanos, Bob Menéndez y Gregory Meek, ambos demócratas, y los presidentes de las Comisiones de Asuntos Exteriores del Congreso y del Senado españoles, los socialistas Pau Mari Klose y Antonio Gutiérrez Limones.
En el texto, los presidentes expresan su «profunda preocupación» por la difusión y amplificación de distintas formas de desinformación e información tergiversada en español en las redes sociales y en plataformas de mensajería encriptada.
INFORMACIÓN TERGIVERSADA QUE CAUSA DAÑO
«La difusión de noticias engañosas, inexactas, o falsas a través de las actividades de desinformación e información tergiversada, ha distorsionado y polarizado los entornos de información, causando un daño considerable en el mundo real», avisan.
A su juicio, «agentes maliciosos, incluyendo algunos gobiernos extranjeros, han adoptado de modo cada vez más frecuente estas prácticas, poniendo en riesgo la democracia, el respeto por los derechos humanos, y las respuestas a la pandemia de COVID-19».
«Deploramos, en particular, la participación activa de agentes que operan desde territorio de la Federación rusa o con apoyo del gobierno ruso en este tipo de prácticas, que se suman a otras actividades de desestabilización emprendidas por el gobierno de Putin en los últimos años fuera de sus fronteras», señalan.
Los representantes de ambos Parlamentos señalan que las plataformas digitales priorizan la moderación de contenidos en inglés, pero no invierten «suficientes recursos» para frenar los bulos cuando se lanzan en castellano, pese a que el español es la segunda lengua materna del mundo y el cuarto idioma más hablado
MÁS CONTROL DE LAS PLATAFORMAS
En su opinión, «los hispanohablantes en nuestros dos países y en toda América Latina y el Caribe son especialmente vulnerables a los efectos de la desinformación e información tergiversada digital porque confían en gran medida en estas plataformas como sus principales fuentes de noticias y comunicación.
Por ello, hacen un llamamiento a estas plataformas para que «cumplan con sus obligaciones con sus usuarios» y redoblen sus esfuerzos «para reforzar los mecanismos de detección y control de contenidos que propagan desinformación e información errónea en español y en otros idiomas, así como para fortalecer la transparencia sobre dichos esfuerzos».
Y también instan a los gobiernos de Joe Biden y de Pedro Sánchez a «realizar esfuerzos adicionales para contrarrestar formas de desinformación e información tergiversada, lo que incluye convocar a las partes interesadas de los múltiples sectores concernidos para compartir conocimientos y las mejores prácticas, desarrollar respuestas coordinadas y fortalecer los entornos vulnerables, manteniendo el respeto por el derecho internacionalmente reconocido a la libertad de expresión».