Puerta grande o enfermería. Ante esta tesitura se encuentra Javier Esparza, líder de UPN y tejedor de sendas alianzas con PP y Ciudadanos, trío que compone la coalición Navarra Suma. Fuentes internas a los regionalistas explican a MONCLOA.COM que «si no alcanzamos 20 diputados (UPN tiene 15 y el PP 2), no regresaremos al poder».
Y no parece fácil que alcancen esa cifra que busca posibilitar que una ‘simple’ abstención del PSN, que en otras ocasiones les ha dado el apoyo, saque al cuatripartito del Gobierno de Navarra. Más complicado lo tendrán después de que Vox haya anunciado que se presentarán a las autonómicas.
La mayoría de voces apostaba por la ausencia del partido liderado por Santiago Abascal tras un acuerdo «por debajo de la mesa» con UPN. Pero Vox estará el 26-M en Navarra y este hecho podría facilitar un acuerdo ‘de progreso’ entre Geroa Bai, PSN, Izquierda-Ezkerra y Podemos que podría ser apoyado desde fuera por EH Bildu.
ARNALDO OTEGI ENFADA A UPN
El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, explicó hace unos días que «las líneas rojas en público a veces se traspasan en privado», en clara alusión al ‘cordón sanitario’ que ha anunciado el PSN contra ellos.
Javier Esparza ha preguntado a los socialistas «si se han reunido con Arnaldo Otegi para hablar en privado del escenario que surja tras las elecciones forales y de la posibilidad de conformar un futuro gobierno con nacionalistas e independentistas vascos».
El líder regionalista afirma que las palabras del histórico líder abertzale «merecen una explicación y una respuesta por parte del PSN o del PSOE de forma inmediata, y, si hay algo, lo ha habido o lo va a haber, lo deben contar a la sociedad navarra antes de las elecciones».
Según Esparza, «Otegi y EH Bildu quieren marcar también la política navarra de los próximos años y, como son conscientes de que no se va a volver a repetir un gobierno con los mismos partidos, tratan de que el PSN participe en un posible pentapartito para seguir haciendo las mismas políticas y, sobre todo, buscan poder llevar a cabo su objetivo final, que es que Navarra acabe convirtiéndose en la cuarta provincia vasca»
«Votar a Navarra Suma es no ceder ante personas como Otegi, con el pasado que todos conocemos, y apostar por un gobierno que respete la libertad, la convivencia y la igualdad de oportunidades entre todos los navarros y que trabaje por una Navarra de progreso y bienestar, alejada de las imposiciones y los sectarismos del independentismo vasco», añadió.
NAVARRA SUMA CARGA CONTRA GEROA BAI
El número uno de Navarra Suma al Congreso, Sergio Sayas, afirma que «la campaña de Geroa Bai para las próximas elecciones generales es una demostración de puro cinismo e hipocresía. Geroa Bai es la marca blanca del Partido Nacionalista Vasco en Navarra».
Sobre Uxue Barkos afirma que «ella misma reconoció que votaría sí a que Navarra sea una provincia más del País Vasco, y ha insultado a nuestra bandera centenaria permitiendo que los ayuntamientos de nuestra comunidad se llenen de ikurriñas».
Barkos, según él, hace «un ejercicio desesperado de propaganda» cuando afirma que no hay ikurriñas en los edificios públicos y señala » que resulta «ridículo viniendo de una presidenta que ha sido, durante toda la legislatura, sumisa a los intereses del PNV, un partido que quiere que Navarra desaparezca diluida en eso que llaman Euskal Herria”.
«Detrás de Navarra Suma está la ilusión de miles de navarros, mientras que detrás de Pedro Sánchez han estado Puigdemont, ERC, Bildu y los demás grupos separatistas que están en el Congreso», concluyo Sayas, que tal y como adelantó en exclusiva MONCLOA.COM estará previsiblemente en la Cámara Baja.
EL PSN MUESTRA SU DISTANCIA CON UPN, PERO LES ABRE UNA PUERTA
UPN se ha desmarcado de sus socios electorales, el PP y el ‘antifuerista’ Ciudadanos, al apoyar cuatro de los seis decretos de los ‘viernes negros’ de Pedro Sánchez. En concreto, Íñigo Alli ha votado a favor de las prestaciones de larga duración, de la norma contra la brecha salarial, del plan de contingencia frente al brexit y de las inversiones del superávit en las comunidades autónomas.
Pero el PSN parece que no se acerca a los regionalistas. María Chivite, candidata autonómica socialista, afirma que la Comunidad Foral «necesita progreso y no una derecha unida para recortar servicios y competencias».
Afirma la líder socialista que «más que nunca está en juego una Navarra foral y de progreso» por «la amenaza de esa unión de derechas, en la que se han juntado todos asumiendo propuestas de recortes en servicios públicos y en pensiones, pero también en competencias».
«Hace tiempo que ese conglomerado viene defendiendo que el Régimen Foral tiene que desaparecer y que el Estado debe recuperar competencias y no transferir ninguna más. Esparza se ha quedado más solo que la una con su discurso», señaló Chivite.
Según ella, los socios estatales de UPN piden «menos servicios públicos, menos prestaciones, recortar y privatizar pensiones, recortar en igualdad, anular la Ley de Violencia de Género y un Estado centralista donde no haya ningún reconocimiento de la diversidad territorial. Menos aún del Régimen Foral».
Santos Cerdán, candidato del PSN al Congreso y hombre fuerte en Ferraz, afirma que «la derecha es una amenaza para la igualdad, porque quiere menos derechos y relegar a las mujeres a un papel secundario en la sociedad».
Y añade: «UPN ha hecho una apuesta clara por sumarse a la derecha más extrema de este país. Ahí tenemos la foto de Colón, donde estaban representados el PP, Ciudadanos, UPN, la Falange Española y Vox, y UPN se sintió muy cómodo ahí. No se a qué puede apelar al Partido Socialista cuando se siente muy cómodo al lado de la Falange y de Vox».
Aunque abre una puerta a un posible apoyo: «Lo tendrán que decir los militantes del PSN, pero no veo a los militantes apostando por esa vía». Diario de Navarra avanza en una frase que suena a amenaza al Gobierno del progreso: «Lo podría decidir, como siempre, Ferraz».
Y avanza el plan que parece más previsible: «Un Gobierno liderado por el Partido Socialista con Geroa Bai, Podemos e IU sería un buen Gobierno para esta Comunidad«. Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno central, no ve con malos ojos esta hipótesis y afirma que Navarra Suma «es un muro contra el progreso de la Comunidad foral».