En Unidas Podemos tienen agujeros por todos lados. La fugas se repiten cada vez más a menudo en la formación morada. Están haciendo grandes esfuerzos para tratar de solucionar el problema, pero ya ni los parches les sirven. Los escindidos se empiezan a sumar por decenas y no solo en el ámbito nacional, sino en todos los niveles. Y lo peor es que ahora ha afectado también a sus socios de Gobierno. Así, la última en bajarse del barco morado ha sido Meri Pita. La tránsfuga canaria se suma a los parlamentarios de Grupo Mixto, a los políticos sin partido que forman parte de el Congreso de los Diputados.
Este movimiento no solo afecta a las filas del partido que dirige Ione Belarra, sino que también hace peligrar el pacto de coalición. Esta cuestión podría empujar al presidente del Gobierno a dar un paso al frente y lanzarse a convocar elecciones anticipadas. Pedro Sánchez podría verse obligado a adelantar la llamada a las urnas, dado que este transfuguismo hace peligrar su supervivencia. Todo para tratar de mantener su trono. Todo para conseguir mantenerse en el poder.
eL PACTO DE COALICIÓN ESTÁ EN PELIGRO
Ahora, la expolítica de Unidas Podemos se lo montará por su cuenta, ya que ha decidido bajarse del grupo morado. Esta decisión supone todo un giro de guion tanto para la Unidas Podemos como el Gobierno y Pedro Sánchez, pero también para el Congreso de los Diputados. A partir de ahora la Cámara Baja va a entrar en una nueva etapa, ya que habrá empate técnico entre las entre las mayorías parlamentarias. Si ya era difícil sacar adelante cualquier ley, reforma o medida en el Congreso, ahora se hace casi misión imposible. Las cuentas para conseguir aprobar las medidas en la Cámara van ser de álgebra avanzada. El Gobierno va a tener que rascar votos en todos lados, va a tener que sentarse a hablar con múltiples grupos y hacer grandes esfuerzos para tratar de conseguir apoyos. Encajar las fichas para conseguir la luz verde a sus proyectos se va a convertir en una ardua tarea.
Por este motivo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podría plantearse seriamente adelantar el calendario electoral. Ahora, solo le queda esta opción, encomendarse a los ciudadanos para que sean ellos quienes le alcen de nuevo y conseguir mantenerse en el poder. Aunque actualmente esté casi obligado ha adelantar los comicios, esta es una idea que lleva tiempo pensado. Y es que, a pesar de que Sánchez vio desde el sofá de Moncloa y con un buen bol de palomitas la guerra interna del Partido Popular, la diversión duró poco. Una crisis en el PP de ese calibre podría traer un candidato con más opciones de desbancar a un Gobierno tocado. A esta amenaza hay que sumar la que supone la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz y su proyecto.
Por todo esto, fuentes del Ejecutivo dejan meridianamente claro que Sánchez se plantea seriamente adelantar el calendario electoral para abortar las pretensiones de Díaz y las posibilidades de su plataforma y para evitar que el PP se recomponga y suponga una amenaza real para los intereses del PSOE. Y si antes necesitaban una excusa de cara a la galería más allá del oportunismo, ahora la tienen. Meri Pita le ha brindado al presidente el pretexto perfecto para convocar elecciones.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con el adelanto electoral. En el PSOE temen que el oportunismo de Moncloa ponga patas arriba todo lo construido hasta ahora. Están convencidos de que Sánchez hará lo que más le convenga y saben que está dispuesto a atizar el calendario electoral con tal de tener más opciones. Este mismo grupo de socialistas temerosos de las decisiones impulsivas del presidente creen que el PP tiene capacidad de recomponerse rápido y consideran que las prisas pueden volverse en contra de las pretensiones del presidente del Gobierno.
Esta situación se ha agravado con la salida de la diputada canaria, pero no todo se debe a esta salida. Que Alberto Rodríguez fuera inhabilitado ya dificultaba la situación. El diputado canario fue condenado por agredir a un policía y como consecuencia de ello quedó inhabilitado de su cargo público. El Tribunal Supremo le condenó a mes y medio de prisión (sustituible mediante el pago de una multa) por un delito de atentado a agentes de la autoridad e inhabilitación por sufragio pasivo. Tras este fallo, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, le comunicó la retirada de su acta. En ese momento, aseguraron que el escaño de Rodríguez no era decisivo para los debates. Sin embargo, esta situación ha cambiado.
Ahora, los votos de Rodríguez y de Pita si son fundamentales para las votaciones de la Cámara. Ahora existe un empate técnico entre las mayorías parlamentarias. La reforma laboral consiguió salir adelante ‘in extremis’ gracias a la torpeza de Alberto Casero, diputado del PP, que se tropezó contra el ordenador y votó a favor por error dando validez a una reforma laboral. Tener unas votaciones tan ajustadas no es algo que guste a Sánchez, él prefiere acudir al Congreso tranquilo, con los deberes hechos, sabiendo que sus medidas van a salir adelante. Por este motivo, podría decidirse a convocar elecciones. Quién le iba a decir al líder del Ejecutivo que un diputado morado decidiría su suerte.