Yolanda Díaz esta afilando los cuchillos legislativos para clavárselos a CEOE. El primero de ellos ya está volando y el segundo podría llegar más pronto que tarde o eso esperan en Unidas Podemos, donde están animando a la ministra de Trabajo a que dé el segundo paso y lance la segunda puñalada. La formación morada aplaudió en su momento la reforma laboral que Díaz sacó adelante a principios de febrero, aunque consideraban que todavía quedaban cosas por incluir. Ahora, la vicepresidenta ha anunciado que va a dar la primera puñalada a la CEOE, y volver a prohibir el despido objetivo, pero en la formación morada quieren más. El partido que dirige Ione Belarra quiere que vaya un paso más allá y lance el segundo cuchillo a la patronal y suba los días de indemnización por despido.
El pasado 3 febrero la bancada socialista y podemita, principalmente, celebraba entre vítores y aplausos que el Congreso de los Diputados aprobara la reforma laboral. Eso sí, no sin antes hacer sufrir al Gobierno que vivió un momento de tensión pensando que no saldría adelante la «chulísima» medida. Finalmente, consiguió el visto bueno de la Cámara «in extremis», gracias a la torpeza de Alberto Casero, un diputado del Partido Popular que se confundió al darle al botón, por lo que se ha ganado el mote de «el botones».
Yolanda díaz prepara dos puñaladas contra la ceoe
Además de un golpe de suerte, Yolanda lleva mucho tiempo trabajando en su medida estrella. La ministra ha tenida ha dialogado y se ha reunidos con la patronal y los sindicatos en numerosas ocasiones para tratar de llegar a un acuerdo. Y, aunque no todos los encuentros fueran los productivos que la ministra quería. Al final, consiguieron llevar a un consenso entre todos los implicados. Eso sí, no sin antes hacer concesiones. De esta forma, la ministra prescindió de dos medidas clave por las que grupo morado apostaba: mantener la prohibición de los despidos objetivos y subir los días de indemnización por despido.
La primera de ellas, la prohibición de llevar a cabo despidos objetivos ya está sobre la mesa. Esta medida entró en vigor durante la pandemia para impedir que los empresarios pudieran hacer uso de esta norma, dado que era el momento perfecto para aplicarla. Así, Yolanda rápidamente impuso el veto para proteger a los trabajadores e impedir que se produjeran ceses masivos. Pero la CEOE consideró que no debía incluirse en la reforma de la ley, así que desde el mes de febrero no existía esa limitación. Ahora, con la invasión de Ucrania y los problemas de desabastecimiento que está provocando el parón de transportistas, se le ha brindado la ocasión perfecta a la ministra para «colar» esta iniciativa y darle la primera puñalada a la patronal.
Así, el primero de los cuchillos ya está volando hacia la Confederación. Pero en Podemos están animando para que la vicepresidenta lance el segundo. Quieren elevar los días de indemnización por despido, que actualmente se encuentra en 33. Una cifra que consideran insuficiente. Esta fue una de la concesiones que Díaz tuvo que hace para convencer a la CEOE de la reforma. La ministra renunció a elevar estos días, pero ahora podría tratar de imponerlo a golpe de real decreto. Si finalmente Díaz consigue imponer estas dos iniciativas, tendría, esta vez sí, su «chulísima» medida completa, aunque para ello la CEOE tenga que recibir dos puñaladas seguidas.
LA «TORPEZA» DE ALBERTO CASERO QUE DIO LUZ VERDE A LA REFORMA LABORAL
Teodoro García Egea, el exsecretario general del Partido Popular, había conseguido, o eso creía, que la reforma laboral se convirtiera en una pesadilla para el Gobierno. El trabajo de Teodoro detrás de los focos había logrado que UPN fuera a votar en contra de la reforma laboral, pero lo haría con un PSOE confiado en que los diputados navarros votarían a favor. Sin embargo, Teodoro no se había percatado de que el despiste de su mano derecha y diputado del PP, Alberto Casero, no se apañaba bien con las nuevas tecnologías y el voto telemático. UPN cumplió. Pero Casero se tropezó contra el ordenador y votó a favor por error dando validez a una reforma laboral que ya forma parte del marco español.
El malestar en el PP fue doble si se tiene en cuenta el trabajo de Teodoro. Tal y como hizo en Murcia, el exsecretario general del Partido Popular presumió de su refinada fontanería al conseguir que los diputados de UPN fueran a traicionar al PSOE en una votación fundamental para el Gobierno y, en especial, para la referente de Unidas Podemos, Yolanda Díaz. Sin embargo, Teodoro no se esperaba que un diputado del PP fuera a votar a favor de la reforma laboral por error y mucho menos que quien lo fuera a hacer fuera su mano derecha.
