La huelga de transportes ya lleva activa diez días y no parece que vaya concluir de forma inminente. Y menos cuando la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, no sabe ni con quien tiene que reunirse para encontrar una solución. Es cierto, que la ministra se ha reunido con un grupo de transportistas y con la Confederación de Española de Transporte de Mercancías (CETM). Sin embargo, los conductores que están haciendo la huelga no saben nada de la titular de Transportes. Una cuestión que resulta un tanto extraña cuando son ellos con los que debería dialogar y negociar para tratar de llegar a un acuerdo y poner fin al parón. Así, el cese de la actividad va a continuar hasta que la ministra no se aclare y se reúna con las personas adecuadas, con los que se encuentran en las calles haciendo huelga y tratando de conseguir mejorar sus derechos.
El parón de transporte comenzó el pasado 14 marzo y fue convocado por la plataforma para la Defensa del sector Transportes. Desde entonces el suministros de productos ha estado bajo mínimos y algunos comercios ya han empezado a sufrir las consecuencias del desabastecimiento. Supermercados con estantes vacíos, tiendas sin productos, fabricas bajo mínimos y diversas marcas contando los días hasta los que podrán seguir manteniendo su actividad. El cese de la actividad empezó como medida para hacerse oír, para mejorar las condiciones de los transportistas.
Las asociaciones han solicitado la prohibición de la carga y descarga por parte de los conductores, la reducción de los tiempos de espera de dos horas a una o la lucha contra la competencia desleal. Así como, la no implantación de peajes en las autovías y carreteras convencionales, paliar la escasez de conductores, la creación de aparcamientos seguros, estudiar la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social de los conductores o implementar ayudas para la digitalización del transporte. Sin embargo, Raquel Sánchez ha fracaso en su misión y los efectos de la huelga se están empezando a notar.
raquel sánchez se ha reunido con las persons equivocada para intentar poner fin al parón de transportes
La ministra no ha sabido llegar a un acuerdo con las agrupaciones algo que está dificultando la misión de conseguir poner fin a la huelga. Aunque lo que de verdad está impidiendo que los conductores pongan fin al parón es que la titular de Transportes no sabido ni con quien tiene que reunirse a negociar. Así, trabajadores que han decidido echarse a la carretera para reivindicar mejoras en el sector del transporte, para hacerse oír y que el Gobierno y, en particular Raquel Sánchez, mejoren sus condiciones laborales. Pero estos transportistas ni han visto a la ministra ni Sánchez ha tratado de reunirse con ellos.
De esta forma, resulta imposible que la actividad vaya a retomarse pronto. Ella solo se ha reunido con la patronal, que desde el primer momento rechazo la paralización ya que consideraba que «no era el momento» de secundar un paro de transportes, y menos aún si este se convoca con «carácter indefinido» y «sin objetivos» claros de ningún tipo, porque solo servirá para «desestabilizar» aún más la complicada situación. También se ha reunido con un grupo de transportistas con lo que ha tratado de llegar a un acuerdo. Pero lo que están al pie de cañón en las carreteras ni rastro, lo que imposibilita que la paralización vaya a llegar a su fin pronto.
UGT DICE NO A LA BAJADA DE IMPUESTOS EN LOS CARBURANTES
El precio de los combustibles es un problema que afecta a toda la población española y que ha contribuido a empeorar la situación de los transportistas. Así, entre las demandas de los conductores se encuentra el carburante, cuyo precio no ha dejado de crecer y la suma de los impuestos que soportan los carburantes es de más del 50% de su coste en origen. El Gobierno, para intentar solucionar rápidamente esta cuestión, anunció que se aplicará una reducción efectiva del precio del gasóleo para los transportistas. Sin embargo, esta medida ha sido criticada por los sindicatos. Así, el secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez Suarez, ha asegurado que la bajada de impuestos en la gasolina y el diésel no sirve para la bajada de los precios de los carburantes. Además, ha añadido que el tiempo «ha demostrado que el mercado se come inmediatamente la bajada de impuestos y los precios continúan creciendo». Álvarez opina que hay que poner el foco en otra cuestión, en el control de precios.
A pesar de lo que diga el miembro de UGT, los tributos de los carburantes son muy elevados y su reducción supondría desahogar un poco el precio. Los impuestos del precio de los combustibles alcanzan el 50% y el 55% del precio de venta al público. Tanto la gasolina como el gasóleo se gravan con el Impuesto Especial de Hidrocarburos, que es un impuesto que entró en vigor el 1 de enero del año 2019. Además en el caso del diésel, al Impuesto Especial a los Hidrocarburos hay que añadir el 21% de IVA. Gracias a estos tributos, el Gobierno recauda algo más de 21.000 millones de euros anuales.