sábado, 23 noviembre 2024

Acusado de drogar y violar a dos menores tuteladas en Albacete niega los hechos: «No he mantenido relaciones con ellas»

El hombre acusado de drogar y violar a dos menores tuteladas, extorsionando a una de ellas para que mantuviera relaciones sexuales con él a cambio de cocaína en repetidas ocasiones, ha negado este miércoles los hechos en el juicio que ha tenido lugar en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete, donde se ha declarado inocente y ha acusado a una de las víctimas de «abalanzarse sobre él», y a otra de «estar enamorada o sentir un cariño especial» hacia su persona.

El procesado, J.M.Z.C., ha negado rotundamente las acusaciones, asegurando que nunca ha mantenido relaciones con las menores ni les ha suministrado droga. «Yo nunca les proporcioné cocaína y tampoco mantuve sexo con ellas, por supuesto que no».

El acusado ha reconocido sufrir drogadicción y consumir cocaína, ketamina y heroína con la madre de una de las menores, R.M.G. G., también acusada en esta causa, pero ha incidido en que siempre lo hacían cuando su hija no estaba delante. «Teníamos mucho cuidado, no queríamos que B. entrara en este mundo».

Asimismo, ha negado haber violado a A., compañera del centro de menores de B., la noche del 5 de agosto de 2020, cuando ambas fueron hasta una nave en el polígono de Campollano, donde J.M.Z.C. estaba consumiendo ‘base’ con un amigo.

Asegura que las acusaciones de la menor son falsas y que fue ella la que se le «abalanzó» e intentó hacerle una felación. «Me dijeron que se quedaban en la calle y que no tenían donde dormir, así que les dije que se vinieran.

«A. se empezó a encontrar mal después de consumir, ya que era su primera vez, y me pidió que la acompañara al baño porque le daba miedo.Estando allí me intentó besar y se me tiró encima y me bajó el pantalón, me dijo que quería droga y que no le dijera nada a B., me la tuve que quitar de encima», ha dicho.

LAS MENORES ASEGURAN HABER SIDO VIOLADAS

Una versión contraria a la que ha prestado la menor, que ha asegurado haber sido violada por el acusado. «Me acompañó al baño y me subió al lavabo, no paraba de tocarme, yo gritaba para que me dejara y le daba patadas y puñetazos, pero no podía apartarle, no tenía fuerzas, al final consiguió lo que quería, me penetró».

Según ha declarado A., también le obligó a practicarle una felación, para volver a violarla de nuevo, sin preservativo. «Llegó un momento en que ya no hice nada, me rendí, luego intenté lavarme, pero me seguía sintiendo sucia, así que le pedí a B. que nos fuéramos».

Tras lo ocurrido, las dos menores y el acusado fueron hasta el conocido como puente de las cubas, en la capital, donde A. y B. estaban pasando los días después de fugarse del centro.

Esa misma noche, A. le contó lo sucedido a sus padres, que la llevaron al hospital, donde le practicaron las pruebas pertinentes, registrando un parte de lesiones por los moratones que presentaba en cadera y piernas.

Asimismo, le tuvieron que recetar óvulos para tratar los hongos que el acusado le habría pegado A consecuencia de estos hechos, A. está bajo tratamiento psiquiátrico, ya que, según ha explicado, sufre de bulimia e intentos autolíticos.

«Me dan pesadillas por esto, tengo que tomar Orfidal. También tengo cortes en los brazos, he intentado suicidarme muchas veces a raíz de estos hechos porque no me reconozco», ha dicho.

LA EXTORSIONABA CON COCAÍNA A CAMBIO DE SEXO

También B. ha contradicho al acusado, asegurando haber sido violada en repetidas ocasiones por él. La primera fue entre diciembre de 2018 y enero de 2019, cuando J.M.Z.C. se fue a vivir con ella y su madre.

Según la menor, que en esos momentos tenía 14 años de edad, una noche, el procesado emborrachó a su madre y, cuando esta se durmió, la emborrachó a ella para después violarla en la habitación.

«Yo me encontré mal por el alcohol y los porros, nos empezamos a besar, pero le dije que se quitara, que me estaba empezando a dar miedo, no que se pasó que fui a mi habitación, se vino detrás, me empujó y me violó, después le tuve que masturbar y, al terminar, me dio cocaína».

Según ha explicado B., esa fue la primera vez que consumió esa droga.A partir de ahí, empezó a quedar con el acusado de manera habitual porque, señala, le tenía miedo. «Este hombre sabía dónde vivía, yo tenía miedo de lo que pudiera hacer».

Así, J. M.Z.C. y B. se veían para consumir cocaína, que al principio el acusado le suministraba de manera gratuita, hasta que, según explica la menor, fue ella la que empezó a pedirle droga por la adicción que desarrolló.

«Fue entonces cuando me dijo, si quieres cocaína tienes que follar conmigo, y yo acepté porque estaba muy enganchada, al principio me resistía, pero cuando ya llevas tantas veces te dejas».

Sobre las acusaciones hacia su madre por prostituirla a cambio de droga o dinero, B. no ha querido hacer declaraciones para no perjudicarle y tampoco la acusada ha querido declarar.

DELITOS Y PENAS

El Ministerio Fiscal considera que estos hechos son constitutivos de dos delitos de agresión sexual por los que piden para J.M.Z.C. 30 años de prisión, así como la prohibición de acercarse a menos de 500 metros a A. y B. durante 20 años, tiempo durante el que se solicita su inhabilitación especial para cualquier tipo de profesión que requiera contacto con menores.

Asimismo, la Fiscalía pide para el acusado 12 años de prisión, la prohibición de aproximarse a B. a menos de 500 metros durante 15 años y la inhabilitación especial para cualquier trabajo con menores por 17 años, por el delito continuado de abuso sexual.

Por los delitos contra la salud pública y extorsión de menores, el Ministerio Fiscal pide 13 años de prisión, 10 años de libertad vigilada y 9 años de inhabilitación para el ejercicio de cualquier profesión que conlleve contacto con menores.

Por último, solicitan la pena de tres meses de multa con cuota diaria de 10 euros por el delito leve de lesiones.

Para R.M.G.G., la Fiscalía pide 12 años de prisión, 10 años de libertad vigilada, 30 meses de multa con cuota diaria de 10 euros, la prohibición de acercarse a su hija a menos de 500 metros durante 14 años, la privación de la patria potestad por seis años y la inhabilitación para el ejercicio de cualquier trabajo que requiera contacto con menores durante 14 años, por un delito continuado de corrupción de menores.