sábado, 23 noviembre 2024

Greenpeace critica que Ábalos invite a usar el coche privado

Greenpeace ha criticado al ministro de Transportes y Movilidad, José Luis Ábalos, por las declaraciones realizadas este lunes en la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Congreso, en las que invitó a la población a utilizar el vehículo privado para garantizar las distancias entre viajeros recomendadas por Sanidad una vez que vuelva a aumentar la movilidad en la próxima fase de ‘desescalada’.

«Ningún Gobierno está capacitado para invitar a la gente a utilizar el transporte privado, una situación que solo llevaría a incrementar la contaminación y congestión en las grandes ciudades», ha denunciado Adrián Fernández, responsable de la campaña de Movilidad de la organización ecologista.

Según Fernández, «ningún Gobierno debería invitar al uso del coche, y menos en una situación donde se está demostrando la vinculación entre enfermedades respiratorios como el COVID-19 y la contaminación en las grandes ciudades».

Asimismo, asegura que el coche es el medio de transporte «más ineficiente», «el que más contamina» y «el que más gente deja atrás». En este sentido, critica que «un Gobierno que afirma no dejar a nadie atrás durante esta crisis, no puede plantear como opción prioritaria de transporte el uso del vehículo privado, más aún el uso del automóvil.

Igualmente, el coche es el medio de transporte «que más espacio ocupa», y si aquellos usuarios de transporte público decidieran de hacerlo para moverse en transporte privado no habría «espacio físico» para los coches, como por ejemplo, los aparcamientos.

Así, considera que en esta situación excepcional en la que vive España por la pandemia de coronavirus, el Ministerio «tiene muchas más opciones más allá de simplemente invitar a usar el coche» para dar inicio a una mayor movilidad de los ciudadanos.

En este sentido, recuerda que el departamento que dirige Ábalos es responsable de la titularidad de las carreteras de entrada a las grandes ciudades, por lo que, según Fernández, «puede establecer con carácter inmediato vías reservadas que aceleren el tráfico de autobuses, mejorando e incrementando la capacidad de los mismos». De este modo, «puede hacer que todos los ciudadanos, y no solo los que se mueven en coche, sean capaces de hacer sus desplazamientos esenciales según se vaya saliendo de la crisis del COVID-19», zanja.