El escándalo del presunto espionaje de José Manuel Villarejo junto varios policías corruptos a Pablo Iglesias bajo la supuesta tutela del Ministerio de Interior y la complicidad de algunos periodistas ha provocado el enésimo cambio de escudería política de Beatriz Talegón, cuya coherencia es digna de un análisis exhaustivo.
Irene Montero explicaba hace unos días en Twitter su enfado con este asunto: «Difundieron noticias falsas para impedir un gobierno con Podemos. El Congreso creó una comisión para investigar el uso partidista del Ministerio de Interior. PP, PSOE y Ciudadanos impidieron la comparecencia de Villarejo. Que nadie tenga dudas, si gobernamos abriremos puertas y ventanas».
Y Talegón le contestó con un acercamiento a Podemos: «Cada día voy teniendo más claro que mi voto os lo estáis ganando. Solamente os falta defender el derecho de autodeterminación». No es el único cambio de esta joven política alcarreña.
TALEGÓN: UN COMIENZO PROMETEDOR
Beatriz Talegón saltó a la fama el 4 de febrero de 2013. En plenos bríos del 15-M que hacían mella en las filas socialistas, lideradas por Alfredo Pérez Rubalcaba, la entonces secretaria general de la Unión Internacional de Jóvenes Socialistas sorprendió con sus aplaudidas palabras en la localidad portuguesa de Cascais.
«Os exigimos de una vez por todas que la Internacional tenga sentido. No hagáis que los jóvenes nos avergoncemos. Estamos aquí comprometidos con vosotros, los mal llamados líderes, porque sois los responsables de lo que está pasando. Estamos pagando las consecuencias de vuestra falta de acción o de vuestra acción», señaló.
Talegón, que entonces tenía 29 años, explicó que «lo que persigue un buen socialista es que nadie sea tan rico como para poner a otra persona de rodillas, y que nadie sea tan pobre como para tener que arrodillarse ante otro. La gente está saliendo a la calle por un gran egoísmo, porque les estamos tocando el bolsillo, no porque tengan una solidaridad internacional.
La socialista afirmó que «cuando la gente está saliendo a la calle en Madrid, en Bruselas, en El Cairo, están reclamando lo que el problema del capitalismo del libre mercado les ha causado en sus consecuencias».
Desgraciadamente, no hemos sido los socialistas del mundo los que les hemos animado a salir a la calle, a movilizarse. Debería dolernos que ellos están pidiendo democracia, libertad, fraternidad, una educación pública, una sanidad pública, y nosotros no estamos ahí«, añadió.
Aunque la frase más viral estaba por llegar: «Es difícil promover la revolución desde un hotel de cinco estrellas en Cascais, llegando en coches de lujo. Si nosotros podemos dar a los ciudadanos una respuesta cuando vosotros, líderes políticos, les decís que los entendéis, que sufrís porque somos socialistas. ¿De verdad sentimos ese dolor aquí dentro? ¿De verdad podemos entender lo que estamos pidiendo al mundo desde un hotel de cinco estrellas?».
SIETE PARTIDOS EN SEIS AÑOS
Beatriz Talegón, licenciada en Derecho, se afilió al PSOE a los 22 años por solidaridad con la campaña de José Luis Rodríguez Zapatero contra la Guerra de Irak. Pero su amor político se acabó en 2015: «Mañana enviaré carta certificada presentando mi baja voluntaria del PSOE. Algunos se quedarán contentos. Yo, aliviada», desveló en Twitter.
Las restricciones de la Unión Europea a Grecia con la complicidad de la socialdemocracia provocó su enfado: «La gota que colma el vaso se llama engaño sistemático, se llama gran coalición. Se llama políticos apoltronados que no miran más allá de lo que les genere réditos directos sin arriesgar lo más mínimo en beneficio de los más necesitados».
Ese año fundó su propio partido, Somos Izquierda, que se integró en un proyecto que apadrinaron Gaspar Llamazares y Baltasar Garzón, Por la izquierda, pero quebró sus posibilidades al renunciar a liderar la coalición porque sus fundadores «solamente querían quitarle votos a Alberto Garzón».
Y añadió: «Algunos dicen querer la unidad cuando en realidad quieren destrozarlo todo. Y yo a eso no juego. Me han intentado utilizar y afortunadamente desde Somos Izquierda hemos visto la jugada. Nosotros no somos matarifes de la izquierda. Ténganlo claro. Y no hacemos nada para perjudicar a nadie. Salud y Republica.
Tras el triunfo de Pedro Sánchez contra Susana Díaz, Talegón quiso volver al PSOE: «Ahora vuelve a ser de izquierdas. Ahora sí, llega el tiempo de volver a casa». Posteriormente ha lanzado guiños a UPyD, Junts per Catalunya (sonó para integrarse en la lista de las europeas), ERC y Podemos.
CATALUÑA EN EL CORAZÓN
El procés ha provocado un terremoto interno en Beatriz Talegón, que ha sorprendido a sus seguidores en Twitter con sus mensajes: «Yo no milito en ningún sitio, no soy catalana y no voy a poder votar. Pero yo también quiero una Esquerra Republicana para España».
Mejor opinión tiene sobre Carles Puigdemont: «Me genera una simpatía tremenda. Y no es tanto personal sino una cuestión por encima de lo ideológico. Eso es lo que me ha generado simpatía. Veo lo que defiende este señor, por lo que se la está jugando, como Junqueras, Forn y los Jordis, y va más allá de la independencia, que no es mi causa».
Y remató: «Se trata de democracia, que sí es mi causa. Puigdemont es independentista desde que tenía 15 años. Me parece coherente; no lo veo un corrupto ni un seta como otros a los que no daría un abrazo. Pero a él sí se lo daría».
A otro tuitero se dirigió así: «Podrás no estar de acuerdo con la independencia catalana. Ahora bien: no me digas que no tienes envidia del nivelazo de los políticos catalanes soberanistas: la formación, los idiomas, la educación, la manera de expresarse. Como los vascos. Ya sé que os jode. Pero… hay nivel«.
Talegón señaló que «no hace falta ser independentista para denunciar una injusticia. Quiero que estén en su casa. Porque son inocentes. No han sido juzgados. Y la prisión preventiva en este caso es injusta, desproporcionada y causa un grave daño: a ellos y a toda persona demócrata«.
Antonio Maestre la puso en su sitio: «Hay que reconocerle a Beatriz Talegón el mérito para vivir de la política. De echarle la bronca al PSOE por no ser de izquierdas a terminar en la derecha liberal de Carles Puigdemont que cree que ser marxista es una tara».
PATINAZOS Y TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN
El pasado año circuló una teoría que decía que detrás del movimiento 15-M estaba la derecha política. Y Talegón se lanzó a la piscina, sin pruebas, como casi siempre: «En aquel momento de ir a las manifestaciones y a las asambleas empecé a ver cosas que me hacían preocuparme, y ahora ya se dice con más fuerza: hay quien plantea que detrás de todo esto puede incluso que esté la derecha«.
El pasado año fue condenada a pagar 1.500 euros al alcalde de su pueblo, José García Salinas, primer edil en Cabanillas del Campo, por llamarle «chorizo». Cake Minuesa también le ha denunciado por afirmar que se inventó la agresión que sufrió en Barcelona el pasado 21 de diciembre.
En otras ocasiones la ‘agredida’ ha sido ella: Cristina Seguí le acusó en Cuatro de ser «la Lewinsky de Puigdemont». Y Alfonso Rojo en Castilla-La Mancha Media la tildó de «gorda». Pero es evidente que Talegón se lo pone muy fácil a sus enemigos.
En una ocasión tuvo que pedir perdón por difundir que las élites secuestraban un método para curar el cáncer y, en otra, que el obispo de San Sebastián ofrecía exorcismos a todas las feministas que quisieran que les sacasen «el Demonio del cuerpo». Recientemente fue despedida como columnista de Ok Diario por señalar que Eduardo Inda había «montado un circo con lo de Alsasua».