viernes, 13 diciembre 2024

El jurado considera culpable a un hombre de dejar morir a su pareja en Viladecans

El jurado popular considera culpable a un hombre de dejar morir de hiperglucemia a su pareja en Viladecans (Barcelona) en 2019, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) en un tuit.

Asimismo, han explicado que el jurado ha declarado culpable al hombre por un delito de asesinato con ensañamiento a persona vulnerable, cuatro delitos de malos tratos y otro contra la intimidad.

El juicio empezó el 28 de febrero, con la constitución del jurado popular y la lectura de los escritos de acusación, y el fiscal explicó que el acusado inició una relación sentimental sin convivencia con la víctima en febrero de 2019, y que, «con una frecuencia que iba avanzando según pasaba el tiempo», presuntamente le controlaba lo que hacía, se mostraba celoso y posesivo.

En abril de 2019, el acusado «con la finalidad de afirmar su pretendida superioridad, le agredió en la zona de las costillas», y en varias ocasiones presuntamente la insultó y la agredió.

Así pues, el acusado fue generando un creciente sentimiento de inferioridad en la víctima, que se aisló de su familia y amigos en su domicilio, dejó de ir a trabajar, y «se derrumbó física y psicológicamente».

«Se despreocupó de su propia alimentación, así como del adecuado cuidado de la diabetes tipo 1 que sufría desde hacía tiempo, y consumió cocaína abusivamente», añadió, y manifestó que pidió ayuda al acusado.

El acusado se desplazó hasta su casa y, sabiendo que no estaba bien y que la diabetes que padecía exigía intervención inmediata, no actuó «asumiendo las altas probabilidades que existían de acabar con ella».

«ASISTIÓ IMPASIBLE A UN DETERIORO PROGRESIVO»

Presuntamente, según el relato del fiscal, durante cinco horas no llamó a emergencias y «asistió impasible a un deterioro progresivo y evidente de la víctima» hasta que falleció por un fallo multiorgánico causado por la hiperglucemia.

Así pues, el fiscal pide prisión permanente revisable para el acusado, y el magistrado deberá dictar una sentencia firme.