La esquizofrenia ideológica de Vox en la crisis refuerza al PP en los sondeos

  • Hermann Tertsch y Jorge Buxadé criticaron y sugirieron el hecho de controlar los precios de las mascarillas.
  • Abascal culpó al Gobierno de que les permitiera celebrar un acto en Vistalegre y ahora pide relajar la cuarentena.
  • El partido de Santiago Abascal no deja de perder apoyos en todas las encuestas. Que el CIS de José Félix Tezanos lo augurara no era un elemento fiable. Sin embargo, los muchos sondeos que se han realizado durante la crisis marcan una tendencia clara: el bipartidismo se vería reforzado en detrimento de Unidas Podemos y de Vox. Sobre la formación morada, la causa es su sobreexposición desde el Gobierno a esta crisis del coronavirus. Pero lo que ha penalizado a Vox ha sido, según los sociólogos consultados por MONCLOA.COM, ha sido su oposición altiva y contradictoria, pues no se han aclarado ni a la hora de criticar el confinamiento.

    La esquizofrenia ideológica de Vox se ha dejado notar en temas tan básicos como la cuarentena. Mientras pedían en marzo cerrar el espacio aéreo con el norte de una Italia afectada por la pandemia, se dedicaban a celebrar actos multitudinarios en Vistalegre; incluso a pesar de que uno de sus dirigentes, Javier Ortega Smith, había viajado regiones donde el virus ya había hecho acto de presencia. Mientras Vox criticaba al Gobierno por haber celebrado la manifestación del 8-M, ellos se dedicaban a ondear banderas en otra sede que reunió a alrededor de 15.000 personas. Y ahora, dos meses después de todas estas exigencias, el partido de Abascal exige que se relaje el confinamiento.

    También a la hora de criticar las medidas adoptadas por el Gobierno han carecido de coherencia interna. Cuando el ministro de Consumo, Alberto Garzón, decidió imponer el control de los precios de las mascarillas, algunos dirigentes del partido de extrema derecha lo criticaron y otros parecían haberlo demandado desde antes. Mientras el jefe delegación de Vox en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, criticaba que las empresas que vendían material sanitario intentaran lucrarse con la crisis, su compañero de partido y eurodiputado Hermann Tertsch machacaba al Gobierno por haber decidido poner coto al precio.

    Cuando las «leyes de la economía» se convierten en enemigas de la libertad y la justicia: 1.000 euros por una mascarilla, el miedo al coronavirus en España convierte a Amazon en el salvaje oeste», afirmó Jorge Buxadé.

    «El Gobierno español regulará el precio de las mascarillas como Maduro reguló el precio de las batidoras y los huevos antes de que las batidoras desaparecieran y los huevos se convirtieran en productos de alto lujo. Tremendo», aseguró Tertsch.

    No se ponen de acuerdo. Pero esta esquizofrenia ideológica (o libertad interna, según se mire) no se ha dejado ver solo en temas puntuales. Las críticas de Vox al Gobierno por haberles dejado a ellos (sí, a los de Abascal) celebrar el acto de Vistalegre fueron muy sonadas. Pero lo curioso es que después de una avalancha agresiva de declaraciones que reprochaban al Gobierno actuar tarde y con poca contundencia, Santiago Abascal acaba de anunciar en una entrevista en Youtube que el Gobierno debe relajar el confinamiento porque las consecuencias económicas pueden pasarse de rosca.

    Y hay más. Ahora Vox ha anunciado que denunciará al Gobierno ante el Tribunal Constitucional porque considera que amparado bajo el estado de alarma ha tomado medidas propias de un estado de excepción. Hasta ahí todo normal, hasta que se recuerda que las propias declaraciones de sus dirigentes pidieron al Gobierno que aplicara el estado de excepción. Más incoherencias que, unidas a la crisis que atraviesa el país a causa de la pandemia, han penalizado a Vox en los sondeos, según los sociólogos expertos consultados por MONCLOA.COM.

    LO QUE DICEN LAS ENCUESTAS

    Sigma-Dos realizó varias encuestas en marzo. Una publicada por Antena 3 indicaba que la intención de voto aumentaría cuatro puntos tanto en el PSOE (que pasaría del 28% de los votos al 32%) como en el PP (que pasaría del 20% al 24%). Vox y Podemos perderían representación. La formación morada liderada por Pablo Iglesias pasaría del 12,8% al 11% y la de Santiago Abascal del 15% al 13,8%. Malos datos para los partidos más jóvenes pero que siguen dejando un Congreso dividido. Aunque no hay que olvidar que esta encuesta se realizó en marzo de 2020.

    El barómetro del CIS de Tezanos, tan criticado, auguraba a mediados de abril que el PSOE subiría un punto en su intención de voto (del 30,9% pasa al 31,9%), mientras que el PP subiría tan solo medio punto (del 18,9%, al 19,6%). Vox y Unidas Podemos seguirían caminos distintos. Santiago Abascal se habría reforzado con la crisis pasando del 13,4% al 14,8% y Pablo Iglesias perdería un 0,7% (del 13,6% al 12,9%).

    Sigma-Dos también trabajó para El Mundo y publicó una encuesta unas semanas después que parecían indicar la misma tendencia que la anterior: el refuerzo del bipartidismo. Según estos datos publicados el pasado 19 de abril, el PSOE ya empezaba a sentir la erosión de la crisis en su gestión. Los errores cometidos pasaban una factura fácil de pagar, pero que no dejaba de ser una mera intención. Según los resultados, los socialistas  conseguiría el apoyo del 31,7% de los votantes, unas décimas menos que en marzo. El PP, sin embargo, sí que daba un salto de pértiga y se ponía ya en el 25,4%. Unidas Podemos caería al 11,5% y Vox al 11,9%.