La diputada de Vox Mireia Borrás está cansada de que los medios se fijen en cosas que trascienden su actividad política. Desde el Gobierno insisten en que el partido de Santiago Abascal fabrica bulos de forma constante para minar la actividad del Ejecutivo, sin embargo, hay noticias falsas que también difaman a miembros de Vox; a unos más que a otros. Es el caso de Mireia Borrás, una activa diputada del partido de Abascal que ahora se ha visto obligada a desmentir en las redes sociales a aquellos medios que deslizaban la idea de que era ella la misteriosa mujer semidesnuda que aparecía tras el periodista Alfonso Merlos mientras realizaba una entrevista por videollamada.
«NO conozco a Alfonso Merlos. NO soy la persona que aparece en el vídeo. Confío en que los medios y personas que han contribuido a difundir esta falsedad, pongan el mismo empeño en rectificarla. Les recuerdo de paso, que la mentira y la difamación tienen consecuencias legales», ha asegurado la diputada de Vox.
NO conozco a Alfonso Merlos. NO soy la persona que aparece en el vídeo. Confío en que los medios y personas que han contribuido a difundir esta falsedad, pongan el mismo empeño en rectificarla. Les recuerdo de paso, que la mentira y la difamación tienen consecuencias legales.
— Mireia Borrás (@_mireiaborras) April 26, 2020
Tras el vídeo, la prensa relacionada con el mundo del cotilleo se lanzó a elucubrar quién podía ser esa misteriosa mujer que, desde luego, no era su hasta entonces novia, la colaboradora de Mediaset y ex Gran Hermano Marta López. Al parecer, la mujer que aparece semidesnuda tras Merlos es, según aseguran algunos medios, Alexia Rivas, una colaboradora del programa Socialité, pero en ningún caso Mireia Borrás.
La diputada de Vox no es la primera vez que tiene que afrontar situaciones en las que algunos medios de comunicación se han dedicado a fabricar noticias que trascendían su actividad política. Su presencia mediática, desde el primer minuto en el que entró al mundo del Congreso, se ha limitado a cuestiones puramente políticas. Pero algunos medios se han empeñado en explotar su imagen de una forma distinta, que la alejara del foco en el que ella se había centrado. Y si no lo conseguían por las buenas, lo harían por las malas.
Hasta 2020, el nombre de Mireia Borrás se había limitado a cuestiones relacionadas con el mundo de la política. De hecho, en una búsqueda rápida no se encuentran referencias a ella que trasciendan el hecho de que formaba parte de los 52 diputados de Vox que llegaron al Congreso tras las elecciones de noviembre. Sin embargo, en 2020 destaparon su actividad no precisamente por cuestiones políticas.
Poco importaba que Mireia Borrás sacara los colores al Gobierno cuando les recordaba lo ocurrido en Baleares, cuando la socialista Francina Armengol, el PSOE, Unidas Podemos y MÉS per Mallorca, votaron en contra de la creación en el Parlamento balear de una comisión de investigación sobre explotación sexual a menores centros tutelados por la Administración en Mallorca.
Pero ahora, parece que todo pasa por conseguir que Borrás aparezca de nuevo en los titulares relacionada directamente con un acontecimiento con el que no tiene absolutamente nada que ver. Los bulos no solo afectan al Gobierno, también atacan a Vox. Y no precisamente con cuestiones políticas, sino también con otras que en caso contrario serían consideradas como profundamente machistas.