El polen es uno de los desencadenantes más comunes de las alergias estacionales. Muchas personas conocen la alergia al polen como «fiebre del heno». Los expertos suelen referirse a la alergia como «rinitis alérgica estacional».
Cada primavera, verano y otoño e incluso en invierno en algunos estados, las plantas liberan diminutos granos de polen para fertilizar otras plantas de la misma especie. La mayor parte del polen que provoca reacciones alérgicas procede de árboles, hierbas y maleza. Estas plantas producen granos de polen pequeños, ligeros y secos que viajan con el viento. Pueden llegar a los ojos, la nariz y los pulmones, causando síntomas de alergia si se tiene alergia al polen.
1Alergia al polen de los árboles
El polen de los árboles es el primer polen que aparece cada año. Es el responsable de la mayoría de los síntomas de la alergia al polen en primavera. También suele coincidir con el polen de las gramíneas en primavera y verano. Los árboles producen la mayor parte del polen entre marzo y mayo. Pero en algunas regiones, como el sur, los árboles pueden producir polen ya en enero y alcanzar su punto máximo en varios momentos del año.