El Gobierno seguirá «escrupulosamente» el llamamiento de Bruselas

El Gobierno seguirá «muy escrupulosamente» el llamamiento de la Comisión Europea a coordinar la reapertura y los movimientos en las fronteras, ha afirmado la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya.

En una entrevista en la Cadena Ser recogida por Europa Press, ha recalcado que esas reaperturas estarán condicionadas «a la manera en que los países van controlando la pandemia en Europa» y que debe haber un esfuerzo de coordinación porque los europeos tienen fronteras exteriores comunes.

Por eso, ha dicho, hay que asegurar que se mantiene «el buen funcionamiento del acervo común, con precaución y ligado al control de la pandemia».

El cierre de las fronteras externas del área Schengen a los viajes no imprescindibles entró en vigor el 22 de marzo y esta semana ha sido prorrogada hasta el 15 de mayo incluido, tras una recomendación en ese sentido de la Comisión Europea.

En cuanto a los controles de fronteras terrestres con Francia y Portugal, por el momento están prorrogadas hasta la medianoche de este sábado 25 de abril.

El cierre de fronteras no ha impedido la repatriación de turistas. Según los datos que la ministra ofreció el jueves en el Congreso, el Ministerio ha ayudado a regresar a España a 24.000 turistas españoles que se encontraban en el extranjero, mientras que un millón y medio de extranjeros que se encontraban en España han regresado a sus países.

González Laya ha relatado en la entrevista que ha terminado «el grueso» de las repatriaciones de turistas españoles que se encontraban en el extranjero, en especial con la llegada de un vuelo este viernes procedente de Filipinas y que ha sido «tremendamente complejo» de organizar por lo dispersos que estaban entre las distintas islas.

Ahora, ha dicho, quedan «pequeños bolsillos desperdigados por la geografía del mundo», así como residentes españoles en países terceros a los que el Gobierno recomendó «vivamente quedarse. Sin embargo, hay algunos que por razones personales o familiares tienen que volver y se están «arbitrando soluciones casi individuales».