El líder de Podemos, Pablo Iglesias, volverá a primera línea política este sábado tras su baja por paternidad. El dirigente tendrá que asumir las riendas de un partido que se ha descompuesto durante su ausencia y reorganizarlo para intentar que no se desinfle en las elecciones generales del 28-A.
Iglesias lleva aproximadamente tres meses alejado del liderazgo político y su partido no es el mismo que dejó en diciembre. La fuga de su exaliado Íñigo Errejón a Más Madrid fue una de las pérdidas más duras para Podemos. Tras ello, el líder morado intentó hacer frente en la sombra a su antiguo amigo para derrocarlo en los comicios de mayo.
Después de que Errejón dejase su escaño en Podemos, el secretario del partido en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, fue purgado por la cúpula de Iglesias. Fran Casamayor, ascendido hace pocas semanas como ‘adjunto’ a la Secretaria de Organización de Pablo Echenique, manifestó que Espinar había sido coherente con su decisión.
“Ramón entendía que su hoja de ruta fue truncada y que era imposible ponerla en marcha después de todo lo ocurrido estos días. Por eso ha considerado que tenía que ser coherente con su posición y dar un paso al lado”, aseveró Casamayor.
Por si fuera poco, esta semana se producía otro golpe para la formación de Iglesias. El candidato para encabezar las elecciones europeas de Podemos, Pablo Bustinduy, anunció el pasado jueves por sorpresa su retirada de las listas.
El dirigente afirmó que no se encontraba con “las fuerzas necesarias para asumir una responsabilidad pública tan importante con el rigor, la dedicación y el compromiso absoluto a largo plazo”. Su renuncia se produce a poco más de un mes de los comicios generales y a dos meses de las europeas.
“Tras darle muchas, muchas vueltas, he decidido no seguir en este nuevo ciclo en primera línea de la política institucional. Ha sido una decisión muy difícil, pues lo último que querría es defraudar la confianza de quienes me avalaron para presentarme”, escribió Bustinduy en su perfil de Facebook.
La retirada de la candidatura del errejonista Bustinduy supone una pérdida muy importante para Iglesias, aunque, el secretario general de Podemos actuó con rapidez y designó a la profesora universitaria María Eugenia Rodríguez Palop para sustituir al dirigente.
La principal estrategia de Iglesias es incorporar a su partido rostros llegados desde diferentes organizaciones. Hace unas semanas, la candidata de Podemos a la Comunidad de Madrid, Isabel Serra, anunció una lista “feminista, abierta y plural” pero con caras completamente desconocidas de la política.
Dentro de la polémica, hace dos días se conocía el despido de 11 trabajadores del equipo de Íñigo Errejón por parte de Podemos. Según confirmó eldiario.es, el partido de Iglesias alegó “la necesidad objetivamente acreditada de amortizar puestos de trabajo por causas organizativas y económicas”.
Además, el partido morado aseguró que los despidos no habían sido modificados en las últimas reformas laborales del PP. Precisamente estas medidas fueron criticadas por Pablo Iglesias que solicitó su derogación inmediata.
LO QUE HA HECHO IGLESIAS DURANTE SU BAJA
Fuera del Congreso de los Diputados, Pablo Iglesias, ha vivido unos meses tranquilos junto a sus mellizos en su chalet de la sierra de Madrid. El secretario general de Podemos dispone de un dispositivo de seguridad las 24 horas a cargo del Ministerio del Interior para no tener problemas. De esta manera, policías nacionales escoltan diariamente a Iglesias y vigilan su chalet al igual que otros líderes políticos.
Asimismo, Iglesias ha hecho significativos cambios en su vida desde que se mudó a Galapagar. El dirigente escogió Supercor como su supermercado de referencia para realizar las compras y es al que suele ir para no alejarse demasiado de la zona, según publicó Merca2.
Mucho ha llovido desde aquel Iglesias que se jactaba de comprar las camisas en la cadena de supermercados Alcampo. Ahora, el líder de Podemos frecuenta cada domingo Supercor en compañía de su pareja y número dos del partido, Irene Montero.
Lejos del alboroto de la gran ciudad, el secretario general morado se ha aficionado al running durante estos meses. Quizá debido a los problemas que sufre la formación, Iglesias prefiere mantener la mente fuera del partido cuando hace ejercicio.