El Gobierno ha decidido no sumarse al boicot a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín que a nivel político han adelantado algunos países, entre ellos Estados Unidos pero también Alemania, y enviará mañana a la ceremonia inaugural al ministro de Cultura, Miquel Iceta, según han confirmado fuentes de su departamento.
Hasta ahora, el Ejecutivo no había aclarado si seguiría los pasos de Estados Unidos, primer país en anunciar a principios de diciembre que no enviaría representantes políticos al evento deportivo como muestra de su preocupación por la situación de los Derechos Humanos en el gigante asiático.
Reino Unido, Canadá y Australia siguieron casi de inmediato su postura, y también anunciaron que boicotearían los Juegos Olímpicos de Invierno. En la UE, hubo un intento inicial de llegar a una posición común entre los Veintisiete, con Francia a la cabeza, pero el esfuerzo no llegó a buen puerto.
Finalmente, Alemania anunció a finales de diciembre que no enviaría a ningún ministro a la ceremonia, tras lo cual también se han pronunciado en la misma línea hasta la fecha los gobiernos de Dinamarca y Países Bajos.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, evitó aclarar si España también se uniría a esta lista. «En temas deportivos me gusta que el foco esté en los deportistas, personas que se han entrenado muy duramente durante cuatro años», sostuvo. «No pongamos a los deportistas un foco político que no les corresponde», defendió.
Entretanto, el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que denunció el deterioro de la situación de los Derechos Humanos en Hong Kong y reclamó a la Unión Europea una respuesta firme que incluya sanciones contra los responsables de la represión y un «boicot diplomático y político» a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín.