La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha expresado este jueves a su homóloga de Francia, Florence Parly, «la solidaridad del Gobierno español por «la injusta expulsión» del embajador francés, Joër Meyer, en Bamako, la capital de Malí.
Robles ha conversado telefónicamente con Parly para analizar conjuntamente la evolución de la complicada situación política en Malí tras el doble golpe de estado de mayo y agosto de 2021.
Según han informado desde el Ministerio de Defensa en un comunicado, Robles le ha expresado la «solidaridad del Gobierno español con Francia por la injusta expulsión» del embajador francés, Joër Meyer, y ha recordado la importancia de las misiones francesas en el país, que ya en 2013 evitaron el desmembramiento de Malí como nación, así como de las posteriores misiones europeas.
Dicha expulsión «no colabora con el clima de diálogo que debería prevalecer en un momento crítico para la seguridad y la estabilidad de Malí y de todo el Sahel». La salida de Meyer de la capital se da tras un cruce de acusaciones mutuas entre altos cargos de ambos países y que ha llevado a Francia a plantearse su papel en Malí.
Esta llamada se produce apenas unos días después de la videoconferencia celebrada entre 15 países europeos implicados en la seguridad del Sahel y de Malí, y, nuevamente, Francia y España han ratificado su preocupación por la situación existente en el país africano, con implicación en otros lugares de la región.
El pulso entre Malí y su antigua potencia colonial ha puesto también de manifiesto un creciente sentimiento antifrancés en el país africano, donde en los últimos años ha habido protestas contra la presencia de las tropas galas. Este sentimiento no parece ser extensible a los militares de otros países presentes en el país.