Aunque parezca poco creíble, para la diputada del Partido Popular Cayetana Álvarez de Toledo el presidente del PP, Pablo Casado, es un ejemplo a seguir. Al menos en algunas cosas. El ser la tercera vía silenciosa o el efecto inesperado no es nuevo para Casado y es la esperanza de Álvarez de Toledo. Se habla del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, e incluso del presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, como las caras del futuro del PP. Pero hay una popular que espera en la sombra su oportunidad y que lleva años trabajando en un relato para presentarse a esas futuras primarias que se celebrarían si el Partido Popular vive una debacle: la propia Álvarez de Toledo.
Lo cierto es que no es un misterio. En el Congreso es un secreto a voces que Cayetana tiene más aspiraciones que el mero hecho de figurar en las listas de diputados del PP. Fuentes parlamentarias y del PP aseguran que conocen las intenciones de Álvarez de Toledo y que saben que no goza del cariño de Casado. Es una carrera de fondo y la diputada es consciente de ello. La clave para Cayetana Álvarez de Toledo ha sido la de trabajar en un perfil y en un relato coherente con ese ala liberal del Partido Popular desde el principio y, sobretodo, que no se filtren sus aspiraciones antes de tiempo; por eso no se ha presentado todavía como un perfil presidenciable.
La duda que manifiestan desde el PP es quién apoyará esa tercera vía que representa Álvarez de Toledo
La gran duda que manifiestan desde el PP es quién apoyará esa tercera (o cuarta) vía que representa Cayetana Álvarez de Toledo. Por el momento, su postura se ha acercado más a Ayuso sin que haya manifestado un apoyo abierto y directo a la presidenta autonómica. Lo más complicado, a ojos de las fuentes de Génova, para Cayetana es nada menos que conseguir los avales necesarios para ganar unas primarias tal y como hizo entonces el actual presidente del PP. Aún así, Cayetana Álvarez de Toledo se aferra a la idea de que la coherencia de su personaje político podrá ayudar a que dé la sorpresa. Y más su lo que se plantea en estas primarias es un choque directo entre Ayuso y el candidato «casadista», que tal y como auguran fuentes de Génova será el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla.
Es en este punto donde Cayetana parece haberse inspirado en la victoria de Casado para aspirar a lo más alto en el PP. Cuando Casado dio la sorpresa lo hizo porque había un choque de trenes por encima de él que le permitió erigirse como presidente sobre los restos que quedaban de las luchas de poder. Álvarez de Toledo aspira a lo mismo dado que entiende que el equipo de Ayuso, con el que siente más afinidad, y el de Moreno Bonilla (o el de Feijoo) chocarán con la misma virulencia con la que lo hicieron anteriormente en las primeras primarias del PP.
El el Congreso de los Diputados son perfectamente conscientes de que Cayetana no calienta el escaño, sino que más bien está preparando el asalto a los cielos. No es ningún secreto que Álvarez de Toledo no tiene afinidad con el PP de Casado. Tampoco lo es que se haya aislado en el partido a pesar de ser la «elegida» de José María Aznar y uno de los nexos entre el expresidente del Ejecutivo con las entrañas del PP (mucho más que Casado). Verles comiendo juntos en algún que otro restaurante de Madrid es más habitual de lo que les gustaría. Un grado de confianza que no tiene ni Casado ni ningún presidente autonómico.
Ahora bien, en Génova entienden y confían en que esa tercera vía que representa Álvarez de Toledo no es ninguna amenaza para Casado dado que representa exactamente lo mismo que Isabel Díaz Ayuso. Que no se haya sumado abiertamente a las filas del ayusismo es un claro ejemplo de que quiere montárselo por libre, pero también una garantía para Génova de que Álvarez de Toledo no conseguirá sus objetivos dado que está claramente falta de apoyo.
En cualquier caso, de momento, Cayetana Álvarez de Toledo no quiere llamar la atención. Sus declaraciones públicas son con cuentagotas y no quiere que los focos la iluminen más de la cuenta. Si hay algo que tiene claro un político con aspiraciones es que tiene que huir del protagonismo hasta que llegue el momento. El que no haya movimientos claros por parte de la diputada tiene que ver con el hecho de que lo más importante para ella es que el PP fracase en las próximas elecciones para que se abra un proceso interno para convocar un nuevo congreso y unas nuevas primarias. Será entonces cuando dé un paso adelante y se proponga como candidata. Como una tercera vía que atacará incluso al liberalismo de Isabel Díaz Ayuso.