El Gobierno tiene una misión: salvar a los medios de comunicación pequeños y progresistas. Algunos diarios digitales directamente han protagonizado una petición que ha llegado al Congreso con la que pretenden que el Ejecutivo pueda dar dinero a los medios sin depender de ningún criterio. Sin embargo, esta solicitud que ha llevado a la primera línea Unidas Podemos esconde un anhelo mucho más profundo del Gobierno. Tanto el PSOE como la formación morada sienten que han perdido el apoyo de la mayoría de los medios de comunicación. El paso que dio el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue colocar a Miguel Barroso en el consejo de administración de PRISA para recuperar el apoyo de una histórica muleta del PSOE. Y el de Podemos es intentar quitar la barrera del número de lectores para regar con dinero público a los medios afines. Pero todos responden a una misma preocupación: necesitan cobertura mediática este año y medio que resta de legislatura.
el Gobierno prepara una macrocampaña electoral para este año
Ahora cualquier administración pública (ya sea autonómica, central o municipal) tiene que justificar el reparto de fondos destinados a la publicidad en medios con un simple baremo: a más usuarios únicos, más posibilidades. Esta limitación hace muy difícil que algunos diarios pequeños reciban publicidad del Estado y Unidas Podemos ya se ha puesto manos a la obra. En cualquier caso, el Gobierno prepara una macrocampaña electoral para este año y el primer semestre del que viene que pretende difundir a través de los medios de comunicación todos los grandes hitos que lleve adelante el Ejecutivo. Por eso han preparado un presupuesto hasta 92 millones de euros superior al de 2020. La inversión directa que se hará desde el Estado en publicidad institucional será este mismo año de 158 millones de euros. Y no es casualidad.
El PSOE ya dio el primer paso hace unos meses al darse cuenta de que no podía gobernar sin el apoyo institucional de un gran periódico. Colocar a Miguel Barroso en el consejo de administración del Grupo PRISA fue «mano de santo» para conseguir que un medio que hasta entonces era hostil con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pasara a ser un medio «amigo» del Ejecutivo. Que Sánchez solo se paseara por los estudios de Cadena SER y se prestara a dar entrevistas casi en exclusiva al grupo PRISA no era casual. Sin embargo, ahora quieren ampliar ese grupo de medios que apoyen la labor del Gobierno de cara a esta campaña electoral que estará marcada por el reparto de los fondos europeos.
Ahora le toca a Podemos. La formación morada lo intentó montando un periódico por su cuenta pero no parece que haya conseguido cubrir las expectativas de un partido que no deja de caer en las encuestas a la espera de que la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, monte su formación por su cuenta. Por esto se ha aliado con un grupo de medios de comunicación digitales para exigir que la inversión pública en los medios no dependa de ningún baremo más que el criterio del político de turno. Esto, sumado a los 96 millones de euros extra que el Gobierno ha destinado en publicidad de los medios de comunicación dan el resultado clave.
El incremento en el presupuesto destinado a publicidad a los medios es clave para todas las administraciones. Sin embargo, parece que el Gobierno no tiene la sensación de que lo esté repartiendo con el resultado esperado para Sánchez y los suyos. Las encuestas están muy ajustadas y todo parece indicar que el presidente del Gobierno no las tiene todas consigo para revalidar el cargo de presidente del Ejecutivo. Es crucial preparar una ofensiva electoral que permita al PSOE y a Unidas Podemos desprenderse de la erosión de la crisis sanitaria. Y tener a muchos medios de comunicación vapuleando las vergüenzas del Ejecutivo no es una buena forma de subir en las encuestas.
El cambio de criterio de Sánchez es relativamente reciente. Hasta hace poco consideraba que podría gobernar sin la necesidad del apoyo de medios como El País. Sin embargo, cambió de criterio al ver cómo se hundía en los sondeos y decidió recurrir a su amigo Barroso. El caso de Podemos es distinto. Pablo Iglesias siempre ha estado obsesionado con los medios y ahora quieren dar más recursos a esos digitales pequeños que se hacen eco de la «buena» gestión de Podemos. No es casualidad el hecho de que uno de los digitales que ha solicitado que se pueda dar dinero a los medios sin ningún criterio más que la voluntad del político sea en el que escribe Pablo Iglesias.
Conceder 96 millones más no es una mala cifra a repartir. En total serán 158 millones los que irán a parar a los diarios que el Ejecutivo considere. Aún tienen el problema del clickbait y de tener que justificar la inversión en base a que esos diarios se lean más o menos. En cualquier caso, queda claro que el Gobierno se prepara para lo que es la mayor campaña electoral de la historia. Un año de anuncios aparentemente positivos para conseguir salvar al soldado Sánchez. Todo un reto.