La crisis sanitaria provocada por el Covid-19 supuso una situación extraordinaria para la sociedad y sus dirigentes. Los presidentes y alcaldes tuvieron que adoptar medidas, que hasta el estallido de la pandemia, resultaban innecesarias, como la compra extra de mascarillas para toda la población. Así, se puso a disposición de los ejecutivos, tanto estatales o autonómicos como locales, un fondo destinado a la gestión del coronavirus. Sin embargo, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre Prados, por el Partido Popular, empleo los contratos tramitado de emergencia para cuestiones que van más allá del virus: los aseos de las playas. De la Torre aprovechó estos fondos para colar el suministro de material de fontanería para los aseos playas durante la pandemia, cuando toda la población estaba confinada en sus domicilios.
El Tribunal de Cuentas ha realizado una investigación de la gestión de los Ayuntamientos durante la pandemia, donde ha analizado la relación de los contratos tramitados de emergencia con la adopción de medidas que permitan atender las necesidades derivadas de la situación sanitaria y que permitan hacer frente al coronavirus. Tras el estudio, los resultados han sido volcados en un informe de fiscalización sobre los Ayuntamientos de los municipios con una población superior a 300.000 habitantes durante el ejercicio del año 2020. De esta forma, el Supremo órgano fiscalizador ha puesto en evidencia al edil malagueño y sus contratos camuflados entre los destinados a combatir el virus.
El alcalde tramitó contratos de fontería para los aseos de las playas
Y es que, De la Torre, que conoce bien las entrañas del Ayuntamiento, sus despachos y paredes, vio la pandemia como la ocasión perfecta para colar contratos para reparaciones en materiales de determinados departamentos, campañas de publicidad, cursos de formación para funcionarios o el suministro de material de fontanería para los aseos de las playas, entre otros. El Área de Servicios Operativos, Régimen Interior, Playas y Fiestas llevo a cabo un contrato tramitado de emergencia para el suministro de material de fontanería para los aseos de las playas con un presupuesto de 2.734,50 euros. Aunque no es el único contratos destinado a las playas malagueñas, ya que este mismo área, registró un acuerdo para el refuerzo servicio salvamento y socorrismo con un presupuesto de 14.890 euros.
Además, este contrato fue registrado durante la primera ola del coronavirus, en marzo de 2020, en pleno auge de la expansión del Covid-19, con los hospitales colapsados, falta de material de protección y toda la población confinada en su vivienda, sin poder salir. Así, esta sección del Ayuntamiento malagueño, llevó a cabo un acuerdo que nada tenía que ver con medidas para frenar el virus y en un momento en que las calles y, por ende, las playas, estaban vacías y los aseos no se utilizaban.
Este no es único que convenio que el Tribunal de Cuentas ha cuestionado y resaltado por su falta de relación con la pandemia. La Empresa Municipal de Aguas de Málaga, S.A. (EMASA) también aprovechó la coyuntura y tramitó un contrato sobre cursos formación para el personal de la Empresa Municipal Aguas de Málaga, S.A. por una suma de 28.656 euros. Por otra parte, el Organismo Autónomo de Gestión Tributaria y Otros Servicios tramitó también de emergencia diversos acuerdos relacionados con su propio departamento y que coló entre la batería de convenios del covid. En total, realizó seis contratos, todos ellos con el mismo objeto: la campaña publicitaria «nuevas medidas fiscales extraordinarias» y por unas cifras similares pero distintas. Los presupuestos de estos contratos eran de 1.525; dos contratos por 1.500; otros dos por 1.452; y el último por 1.440,77 euros.
La Policía Local también ha sido una de las beneficiadas de estas artimañas, se ha subido al carro y ha aprovechado la coyuntura para tramitar contratos de su interés, exactamente tres acuerdos para su departamento. Así, las Fuerzas de Seguridad locales registraron un convenio para la reparación de motocicletas con un presupuesto de 7.265,58 euros, también contrataron un servicio de reparación de motocicletas por una suma de 7.438,02 euros y, por último, un acuerdo para la reparación vehículos por una cifra de 4.132,23 euros. Todos ellos para su departamento y sus vehículos, para que los policías pudieran patrullar las calles con sus coches y motos puestos a punto.
El edil de Málaga, Francisco de la Torre Prados, lleva en el cargo de el año 2.000 cuando fue elegido para dirigir el municipio, pero con el covid-19 ha visto la ocasión perfecta para colar entre la batería de acuerdos para gestionar la pandemia otros que nada tienen que ver con la implantación de medidas para hacer frente al virus. Sin embargo, este no es el único, los alcaldes de los municipios de Barcelona, Sevilla, Valencia o Zaragoza también han utilizado estas artimañas para tramitar contratos de emergencia de su conveniencia y colarlos entre los que sí van destinados a combatir y paliar la situación sanitaria y cubrir las necesidades derivadas o provocadas por la crisis del coronavirus.