El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha pedido este martes al PP que «no juegue» con la Guardia Civil al cuestionar en el Senado las órdenes del Gobierno para perseguir los bulos sobre la Covid-19. Además, ha vuelto a rechazar arrepentimiento porque eso sería «aceptar culpabilidad», aunque ha dicho que la gestión en esta pandemia se pudo hacer «mejor, incluso mucho mejor».
Grande-Marlaska ha respondido de esta forma a sendas preguntas en el Senado de los ‘populares’ Carlos Floriano y David Erguido, que han afeado al Gobierno su «incompetencia» que lleva a España a «liderar el récord mundial más negro de muertos por millón de habitantes y de más personal sanitario infectado». En este sentido, han pedido test masivos y separar a los ciudadanos sanos de los contagiados, además de declarar el luto nacional.
Aparte de reconocer margen de mejora en la gestión sanitaria, Grande-Marlaska ha pedido al PP que «haga autocrítica» por su forma de hacer oposición y ha rechazado que el Gobierno diera órdenes a la Guardia Civil para monitorizar bulos sobre el coronavirus con una finalidad política.
El general José Manuel Santiago, uno de los técnicos de Moncloa, ha aclarado este martes que se refería a desinformaciones de origen desconocido y que afectan a «instituciones del Estado», y no «del Gobierno».
Grande-Marlaska ha defendido al general Santiago después de sostener el PP que su error no fue por un lapsus sino porque cumplía órdenes. El ministro ha respondido que los principios de la Guardia Civil son «honor, defensa de la legalidad y respeto de las libertades».
«No jueguen con ellos, yo desde luego no», ha añadido, remitiéndose a lo que «aprendió» en su etapa como juez por su trato con el Instituto Armado y la Policía Nacional, «dos de las instituciones mejor valoradas».
Grande-Marlaska ha asegurado que ya se han entregado dos millones de test a las comunidades autónomas después de que el senador Erguido acusara a Moncloa de ser la «fábrica de fake news» y de pedirle que, como «jurista de prestigio», se ocupe de evitar que los «comunistas aprovechen esta crisis para confinar bienes, eliminar derechos y recortar las libertades».