La Alianza Internacional para la Defensa de los Derechos y las Libertades (AIDL) protestó contra el alistamiento militar de niños por parte del «polisario», denunciando un delito susceptible de persecución ante tribunales internacionales.
AIDL ha llamado a este acto “un crimen internacional” que requiere enjuiciamiento y seguimiento internacional de todos los involucrados. La Coalición Internacional afirmó que “todo reclutamiento de niños, su explotación y su participación en conflictos y guerras está completamente prohibido y tipificado como delito por el derecho internacional”. Estos son la Carta de las Naciones Unidas, la Carta de Derechos Humanos, los Pactos Internacionales de Derecho Político, Económico y Social, la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, los principios de Vancouver, los principios de París y la Resolución 2602.
Estos niños de los campamentos de Tinduf que se supone que están en las escuelas se encuentran manipulando armas, según denuncia la misma fuente. Serían reclutados sin el consentimiento de sus padres. Varias imágenes y videos muestran el entrenamiento al que los funcionarios del Polisario someten a los niños saharauis en los campamentos de Tinduf, dicen estas fuentes.
La Coalición Internacional AIDL pide la apertura de una investigación internacional para procesar a los involucrados ante la justicia internacional.
La AIDL confirma que da seguimiento permanente a este expediente, y se dirigirán comunicaciones oficiales al respecto al Secretario General de las Naciones Unidas Antonio Guterres y al Enviado de las Naciones Unidas para la cuestión del Sáhara Staffan de Mistura, al Consejo de Europa, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo para exigir que se tomen todas las medidas disuasorias para responsabilizar a los involucrados en el reclutamiento de niños.
Los niños saharauis, según afirma esta organización, están obligados a participar en todas las ceremonias militares y políticas. Explotados, adoctrinados para odiar el Reino de Marruecos, se ven obligados a trasladarse a Cuba. Esta inmigración forzada es «una grave violación de las cláusulas del Protocolo contra el tráfico de migrantes por tierra, aire y mar, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional, de ahí la responsabilidad civil y penal de los jefes del Polisario y sus cómplices”.
Aseguran desde esta organización que estos niños inocentes son enviados al frente para disuadir la intervención de las fuerzas armadas reales marroquís.